El Águila de Sagardía sigue los pasos de la Pirámide
La Asociación por la Reconciliación y Verdad Histórica solicita a la Junta que la proteja declarándola como BIC / La entidad que promovió la protección de la Pirámide de los Italianos ha enviado a Cultura un informe justificando las razones histórico artísticas para su preservación
Tras la publicación el último día de febrero en el Boletín Oficial de la Provincia del inicio del procedimiento para la declaración como Bien de Interés Cultural en Castilla y León de la conocida como Pirámide de los Italianos, ubicada en lo alto del puerto del Escudo, en las cercanías del pueblo burgalés de Cabañas de Virtus, le llega el turno a otro monumento funerario del franquismo a pocos kilómetros.
Verdad Histórica ha confirmado que «proteger el Águila de Sagardía» es su siguiente objetivo y que ha cursado la petición, aunque fuentes de la Consejería confirmaron a este periódico que aún no hay constancia oficial por lo que aún no se ha podido valorar aunque fuera inicialmente.
La petición se inscribió a través del sistema de interconexión de registros de las administraciones públicas la mañana del martes 28 de febrero y está dirigido a la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta.
El arquitecto firmante del estudio que ha dado pie a tramitar la protección de la pirámide de los italianos es también el autor del informe dedicado al Águila de Sagardía en el que razona, tras analizar la normativa vigente que «el Monumento a columna de Sagardía reúne las singularidades y atributo suficientes como para ser considerado un bien catalogable y merecedor de su trasmisión intergeneracional» siendo incluido entre los que forman parte del patrimonio cultural de Castilla y León. Destaca la forma del águila «a punto de desplegar sus alas vigilante y en armonía y diálogo con las formaciones montañosas, lo que hace que sea un elemento profundamente incardinado en la percepción paisajística del páramo castellano».
José Ismael de la Barba afirma en su primer informe, al que ha tenido acceso este periódico, que el Escudo, con la pirámide y el águila, junto al altar de Falange en las cercanías, puede considerarse un «santuario fúnebre y religioso» y destaca la «buena arquitectura ideada entre la búsqueda de lo eterno, la ensoñación futurista-fascista y una cierta estética art decó de claros orígenes milaneses. Se trata en efecto de un paisaje histórico, campo de estudio donde se integran las variadas dimensiones del pasado; pero también podría hablarse de un paisaje ritual y lamenta el estado de abandono en el que se encuentra.
El propio experto se adelanta a la controversia en su informe y señala que aunque «la simbología siempre es discutible» es el resultado «de un momento y una concepción determinada» y por ello argumenta que «es precisamente estos restos los que permiten mantener y enriquecer la interpretación de los hechos huyendo de un pensamiento único y de un discurso oficialista de los hechos».
Segundo informe a favor
Un segundo experto, José Piñeiro Maceiras, llama la atención sobre el hecho de que el monumento a la columna de Sagardía «tampoco tiene ningún identificativo político, exceptuándose el escudo nacional que estuvo vigente hasta 1981, y eso que los voluntarios que formaron parte de esta unidad legendaria procedían de las diferentes formaciones políticas del campo rebelde o nacional».
«En suma, estricto laconismo militar», zanja y concluye que «unos valores de turismo cultural, como son un mausoleo bélico y un monumento divisionario que recuerdan los fuertes combates ocurridos en las proximidades hace la friolera de 86 años, no pueden quedar sin protección institucional por los plausibles beneficios que generarán para una zona económica deprimida que podrá progresar merced al turismo rural de interior».
También respecto al monumento de la columna Sagardía este experto recuerda que «en los territorios de Bricia las tropas republicanas del Frente Popular esparcieron gases tóxicos, por lo que este frente de batalla está relacionado obviamente con la terrible guerra química, lo que debiera recordarse para las generaciones futuras».
Curiosamente», reflexiona Piñeiro Maceiras, «los dos monumentos que prestan hoy nuestra atención son dos conjuntos monumentales que recuerdan la entereza y el sacrificio de los combatientes, independientemente del bando en que lucharon, cuyos valores castrenses deben ser recordados como viene sucediendo en otras naciones civilizadas». Argumenta, además, que ni siquiera la discutida y discutible Ley de Memoria Democrática sería un obstáculo legal para su conservación futura, habida cuenta que estos dos monumentos norteños de la guerra civil no se ubican en vías públicas, ni constituyen edificios públicos.
¿Qué es el águila?
El águila asoma desde las alturas del puerto de Carrales en el término municipal de Cilleruelo de Bricia en honor a las víctimas de esta columna caídas en el frente norte en Cilleruelo de Bricia. Está levantada en hormigón y mármol. Fue diseñada por los arquitectos Eduardo Olasagasti y José Antonio Olano y levantada por construcciones Altuna. Las inscripciones de su base han sido objeto de vandalismo y se encuentran deterioradas. El conjunto también presenta una lápida conmemorativa en el suelo y dos columnas que flanquean la entrada.