El Correo de Burgos

Santa María de Ribarredonda. Mucho más que un pueblo que ya se escribe con B

El pueblo es la puerta al parque de los Montes Obarenes-San Zadornil, lo que está activando el turismo rural como complemento al motor económico de la localidad que es el sector primario

Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora. RODELAR

Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora. RODELAR

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El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León ha accedido a la petición del ayuntamiento de Santa María de Ribarredonda y ha acordado aprobar el cambio de denominación del municipio para que pase a llamarse oficialmente así, con B en vez de la V que figuraba hasta ahora. Era una reclamación vecinal antigua que se fundamenta en la costumbre de la localidad y que ha sido aceptada y se pone en marcha de forma inmediata. Sin embargo, este pueblo es más que uno de los 159 cambios en la nomenclatura de los pueblos burgaleses que se han registrado desde 1847.

Santa María de Ribarredonda presenta un largo recorrido en la historia que se remonta a la Edad Media, cuando formaba parte del Reino de Castilla y se encontraba en una posición estratégica en el camino que unía Burgos con la meseta. La iglesia de Santa María de la Asunción, que es el monumento más destacado de la localidad, fue construida en el siglo XIII y es un claro ejemplo del estilo románico rural de la época. Durante la Guerra de la Independencia, Santa María de Ribarredonda sufrió una gran destrucción, y su recuperación fue lenta y difícil en las décadas siguientes.

Santa María de Ribarredonda es un lugar ideal para aquellos interesados en la práctica de actividades al aire libre. Los senderos del Parque Natural de los Montes Obarenes-San Zadornil son una gran opción para los amantes del senderismo y la naturaleza, y los ríos Oca y Ebro ofrecen la posibilidad de practicar la pesca. Además, la localidad es famosa por sus fiestas patronales, que se celebran en honor a San Isidro y Santa María, durante el mes de mayo, y que incluyen desfiles, conciertos y actividades para toda la familia.

La actividad económica principal de Santa María de Ribarredonda y su entorno es la agricultura y la ganadería. La mayoría de la población trabaja en el sector primario, con el cultivó del cereal como recurso principal, así como criando ganado ovino y vacuno.

Además, en los últimos años ha habido un creciente interés en el turismo rural, lo que ha llevado a la apertura de alojamientos rurales y la promoción de actividades turísticas relacionadas con la naturaleza y el patrimonio cultural. Algunos ejemplos de estas actividades son el senderismo, la pesca, la observación de aves, la micología y las visitas a los monumentos históricos de la localidad.

En cuanto a su patrimonio histórico, además de la iglesia de Santa María de la Asunción, destacan otros monumentos como la ermita de San Isidro, el puente medieval sobre el río Oca, la casa palacio del siglo XVII y la fuente de cuatro caños. La plaza del pueblo también es un lugar de interés, ya que es el corazón del municipio y cuenta con numerosos bares y restaurantes donde se pueden degustar los productos locales. 

Puerta a los Obarenes

Santa María de Ribarredonda se encuentra enclavada en una zona de transición entre la llanura castellana y la Cordillera Cantábrica, muy cerca del Parque Natural de los Montes Obarenes-San Zadornil. Este parque es una importante reserva natural de gran valor ecológico, geológico y paisajístico, y se extiende por varias comarcas de Burgos y Álava.

Santa María de Ribarredonda se encuentra en el extremo norte del parque, en el límite con la comarca de La Bureba. Debido a su ubicación, la localidad es un punto de partida ideal para realizar excursiones y rutas de senderismo por los Montes Obarenes y disfrutar de la belleza y biodiversidad del parque.

Además, Santa María de Ribarredonda forma parte de la red de municipios colaboradores del Parque Natural de los Montes Obarenes-San Zadornil, lo que implica que se llevan a cabo programas y proyectos de desarrollo sostenible en colaboración con el parque. De esta forma, se busca promover la conservación del patrimonio natural y cultural de la zona y el desarrollo de un turismo sostenible que contribuya al desarrollo económico y social de la localidad y su entorno.

Menos población pero con tendencia a estabilizarse

La evolución de la población de Santa María de Ribarredonda en los últimos 50 años presenta un camino similar al del resto de localidades de la comarca: éxodo a las grandes ciudades y despoblación creciente.

En el año 1970, la población del pueblo era de alrededor de 500 habitantes. En las décadas siguientes, la población comenzó a disminuir gradualmente debido a la emigración de los jóvenes en busca de trabajo y oportunidades en otras zonas del país.

En el año 1991, la población había disminuido a alrededor de 350 habitantes, y en el año 2001, la población se redujo aún más, llegando a alrededor de 250 habitantes.

Sin embargo, en las últimas dos décadas, la población de Santa María de Ribarredonda ha mostrado signos de estabilización. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el año 2021, el censo de la localidad era de alrededor de 200 habitantes, lo que supone una disminución del 60% con respecto al registro de 1970.

Es importante destacar que, a pesar de la disminución de la población, Santa María de Ribarredonda ha logrado mantener su patrimonio histórico y cultural, así como su economía basada en la agricultura y el turismo rural.

Despensa con sabor a Bureba

En Santa María de Ribarredonda y su entorno hay varios productos gastronómicos típicos de la comarca, que se elaboran con materias primas de la zona y son muy valorados por su calidad y sabor. Algunos de los productos más destacados son:

  • Queso de oveja: en la zona se elaboran quesos de oveja de alta calidad, con una textura suave y un sabor intenso y característico. Algunas variedades son el queso fresco, el queso curado y el queso ahumado.
  • Vino: la comarca de La Bureba es conocida por su producción de vinos de alta calidad, elaborados con uvas autóctonas como la tempranillo, la garnacha y la graciano. Los vinos de la zona tienen un sabor intenso y equilibrado, y se pueden encontrar variedades tintas, rosadas y blancas.
  • Cordero lechal: la cría de ovejas y la producción de carne de cordero es una actividad muy importante en la zona, y el cordero lechal de la comarca de La Bureba es muy apreciado por su sabor y textura suave.
  • Setas y hongos: en los bosques de la zona se pueden encontrar una gran variedad de setas y hongos, como los níscalos, los boletus y las setas de cardo. Estos productos son muy valorados en la gastronomía local y se utilizan en la elaboración de numerosos platos tradicionales.

Las fiestas del pueblo

El primer fin de semana de agosto se celebran las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Asunción. Durante las fiestas se organizan numerosas actividades, como verbenas, conciertos, competiciones deportivas, espectáculos pirotécnicos y actividades para los más pequeños. El segundo fin de semana de octubre tiene lugar la fiesta de Las Reliquias.

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