“Hoy por hoy, la mujer más desprotegida está en el medio rural”

Lejos de extinguirse, la violencia de género crece imparable, tanto en las ciudades como en los entornos rurales, pero es en el ámbito rural donde las víctimas son más vulnerables. “La mujer más desprotegida hoy por hoy está en el medio rural”, señala el subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, con la mirada puesta sobre todo en las mujeres con discapacidad, o extranjeras que desconocen el idioma y que al estar lejos de cualquier centro de ayuda, “están en el averno”. “De todo esto hay que salir”, urge.

La violencia de género crece un 10% cada año

Según el último estudio de la Federación Estatal de Municipios y Provincias, la violencia que sufre la mujer en el mundo rural tiene “más larga duración” que en el ámbito urbano, donde el recorrido “es un poco más corto”. Dicho esto, los datos son demoledores. “El crecimiento es ascendente, ascendente, ascendente”, advierte la responsable de la Unidad de violencia contra la mujer en la Subdelegación del Gobierno, Begoña Fernández, preocupada porque cada año el número de víctimas crece un 10%. En cifras actuales, en la provincia de Burgos hay 775 víctimas activas que están siendo protegidas por el sistema Viogen, de las cuales el 20% vive en Aranda y la comarca. En datos locales, Aranda de Duero tiene a día de hoy a 116 mujeres protegidas y 45 en los pueblos de la comarca.

De los cinco niveles de protección, más de la mitad se encuentran en riesgo bajo, pero el seguimiento es continuo porque cada caso se puede complicar en cualquier momento ante por ejemplo, una situación de despido o la firma del divorcio.

El hecho de que aumente el número de mujeres protegidas, explican, tiene su parte positiva porque significa que está aflorando la violencia y las mujeres están buscando una salida, pero todavía queda mucho por hacer y hay muchas mujeres que no se atreven a dar el paso.

No hay perfil ni de víctimas ni de agresores. “Cualquiera puede ser una víctima y cualquiera puede ser un agresor. Aquí, en Burgos, en León o en Jerez…”, lamenta Begoña Fernández.

Con este objetivo, Aranda ha acogido la tercera jornada del Plan de Prevención y Protección contra la Violencia de Género en el Medio Rural de Castilla y León ‘Plan Rural’, de las cuatro que se van a celebrar a lo largo del mes de marzo en la provincia de Burgos.

Este seminario de trabajo está dirigido a trabajadores de los centros de Acción Social y de los centros de Salud de la provincia de Burgos, a los miembros de los equipos VioGen de la Guardia Civil y a agentes de la Policía Local de Medina de Pomar.

Los objetivos de este ‘Plan Rural’ son: mejorar la coordinación y el intercambio de información entre los profesionales implicados; establecer mecanismos con el fin de que, una vez interpuesta la denuncia, la víctima sea derivada al Centro de Acción Social que le corresponde, para recibir, tanto ella como los menores a su cargo, asistencia social integral, con seguimiento de su caso y la coordinación con el centro de Salud cuando sea necesario.

El programa busca además facilitar que la víctima que acude a un CEAS tenga la suficiente información y conocimiento de las intervenciones que se van a efectuar en el Puesto de la Guardia Civil que le corresponde, así como mejorar la protección, atención y seguridad de las mujeres víctimas de violencia de género, atendiendo a sus niveles de riesgo. Por otro lado, el plan reforzará la sensibilización de la población del medio rural sobre la importancia de la implicación social como medida preventiva para contribuir a la erradicación de la violencia de género y atender a las necesidades específicas de las mujeres más vulnerables.

El reto añadido de la distancia

Más allá de la necesaria protección que ofrece la administración, las víctimas de violencia de género con niños tienen en los pueblos y concretamente en la comarca de la Ribera un problema añadido ya que, la única unidad de psiquiatría infantil está en Burgos, a 85 kilómetros.