Conducir de Madrid a Burgos de noche: ¿Dónde repostar? Solo dos gasolineras disponibles

Conducir de noche no siempre es fácil, sobre todo en determinadas zonas donde apenas hay estaciones de servicio operativas en horario nocturno. Es el caso de muchas carreteras de la España rural o la España Vaciada, un reto añadido para conductores y transportistas.

Así ocurre en la carretera que une Madrid con Burgos, 240 kilómetros en los que solo hay dos lugares en los que los conductores pueden parar a tomar un café más allá de las 23.00 horas.

Sin poder tomar un café en 240 kilómetros

Esa situación genera muchas incomodidades a los viajeros. Es el caso de una familia que esta Semana Santa se encontró en la carretera volviendo a Burgos desde el sur en plena operación retorno y pasando por innumerables atascos hasta llegar a Madrid. Tras cruzar la capital se toparon con decenas de kilómetros con un único carril en sentido Aranda y el carril contrario delimitado con conos para que circulase el tráfico de entrada a Madrid. Con un viaje tan incómodo, esta familia estaba deseando parar a descansar un poco y tomarse un café, pero fue labor imposible.

Pararon bien pasada la medianoche en el área Tudanca, sólo para descubrir que habían cerrado a las once de la noche. Un camionero que estaba aparcado en su coche les comentó que en esa ruta no se encuentran casi lugares abiertos a partir de esa hora, a diferencia de las rutas a Valencia o Andalucía. "Parece increíble para una carretera que lleva mucho tráfico a Madrid y Francia", señalaba el transportista.

Siguieron viaje y vieron la salvación en forma de luces al pasar Gumiel de Izán. En la salida 171 de la A-1 se encontraron abierto el Hotel Gomellano donde pudieron tomar café, usar los aseos y descansar un rato. El camarero les comentó que sólo hay dos locales similares abiertos por la noche, el Gomellano que cierra a las dos de la mañana los domingos, y el área de servicio Ribera del Duero a unos veinte kilómetros.

En su recorrido a Burgos pudieron comprobar cómo se pasa Lerma sin ver nada abierto y sólo al llegar a Sarracín, a 10 kilómetros de Burgos, vieron otra gasolinera con luces. La situación, además, se extiende a la propia ciudad de Burgos donde hasta que llegaron a casa pasaron por dos gasolineras y se las encontraron cerradas. "Menos mal que teníamos gasoil", celebraron antes de dar por finalizado un viaje de lo más atípico en el que si se descuidan no pueden tomarse un café en los 240 kilómetros de recorrido.

Dos oasis en la noche en la A-1

El primero se encuentra en el kilómetro 171,5 de la carretera que une Madrid con Irún, en el municipio de Gumiel de Izán (Burgos). Es el hotel Gomellano y está abierto hasta las 3 de la mañana, a excepción de los domingos, que cierra a las 2. En su interior los conductores pueden encontrar desde bocatas o chucherías hasta menús del día. Entre sus especialidades destaca la ensaladilla rusa, los macarrones, la sopa de ajo de cocido y el cordero guisado. Si hay hueco para postre, la carta ofrece opciones caseras como flan, natillas o cuajada.

Hotel Gomellano

El horario del comedor está abierto hasta las 00.00 horas. A partir de ese momento, hay que limitarse a la barra con bocadillos y raciones. Si entra el sueño se puede dormir en una de sus habitaciones. Hay dobles e individuales.

Área de servicio Ribera del Duero

Si vas a viajar por esta zona más tarde de las 3 de la mañana, la única opción disponible es el área de servicio Ribera del Duero (BP), que abre 24 horas del día de lunes a domingo, incluyendo festivos. Se encuentra en la carretera A-1 en el kilómetro 189, en el término burgalés de Cilleruelo de Abajo, pero ojo, la cocina cierra a las 23.45 horas y por la noche solo hay acceso a bocadillos y bollería en barra. El área de servicio cuenta eso sí con posibilidad de dormir en una de sus 18 habitaciones.