Así quiere el Ayuntamiento que sea la futura Ronda Interna de Aranda

Antes de acabar la legislatura, el equipo de gobierno quiere dejar encargada la redacción de uno de los proyectos más importantes de Aranda de Duero: la futura construcción de la Ronda Interna, una infraestructura largamente esperada que busca conectar el populoso barrio de Santa Catalina con el barrio de La Estación y los polígonos industriales, sin tener que atravesar el centro.

Junto al hospital, la ronda Suroeste urbana es una de las infraestructuras más demandadas por la ciudadanía ya que aliviará el acuciado problema del tráfico en calles céntricas como Postas, Carrequemada o San Francisco.

Según figura en el borrador del pliego para la redacción del proyecto, el nuevo vial partirá del barrio de Santa Catalina, por Cantaburros. A diferencia de la circunvalación, esta vía interurbana no tendrá doble carril, sino uno por cada sentido. “Hacer doble carril no tiene mucho sentido porque lo que queremos es que esté integrado dentro de Aranda y no dividir”, defiende el concejal de Urbanismo, Alfonso Sanz, quien ha presentado el borrador del pliego junto a la portavoz del equipo de gobierno, Cristina Valderas.

Como el Ayuntamiento lleva haciendo en las últimas obras, desde hace 8 años, la ronda incluirá un carril bici y otro peatonal en cada sentido, para facilitar el tránsito de peatones y ciclistas.

Sobre el papel, la ronda comienza en la calle Juan de Juni, del barrio de Santa Catalina, y desemboca en la rotonda grande del futuro hospital, en la Avenida de Aragón. “Es una obra realmente compleja ya que implica la construcción de dos puentes, uno sobre el río Duero y un segundo sobre el río Arandilla”, señala el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento, consciente de la limitación que supone como ciudad tener únicamente dos puentes en la actualidad.

El presupuesto de licitación de la redacción del proyecto es de 199.570 euros, que se reparten en dos anualidades: 120.000 euros este año, que saldrán de los remanentes ya aprobados, y 80.000 el que viene.

Expropiaciones

Con el fin de afectar lo menos posible a las construcciones actuales, las redactoras del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) han intentado seguir el trazado natural y muchos tramos “son caminos”. “En la redacción del proyecto nos tendrán que decir qué parcelas hay que expropiar y qué cantidades se fijan para los propietarios”, advierte el edil.

La empresa adjudicataria de la redacción del proyecto tendrá que concretar además el trazado y la velocidad máxima que deberán respetar los vehículos en cada tramo. “Puede ir de los 70 km/h a los 30”, recuerda Sanz sin olvidar las curvas que hay planificadas.

Aunque se adjudique ahora la redacción del proyecto, es una obra que se materializará a largo plazo. Según explica el concejal, aunque probablemente “no lo veremos en el próximo mandato”, es un paso importante de cara a conseguir una infraestructura que supondrá un antes y un después para Aranda y los arandinos. “Es un proyecto a largo plazo porque hay dos puentes y hay que hacer el impacto ambiental y las expropiaciones”, concluye.