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Donde nacen las tradiciones y el tiempo se hace piedra

La Tarasca, el Reinado de Navidad, la fiesta de Santa Lucía y sus asombrosos árboles fósiles dan fama a Hacinas

La Tarasca, la Curra y los Comarrajos son seña de identidad del pueblo.ECB

Burgos

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La Romería de Santa Lucía de Hacinas es una de esas tradiciones que dan sentido al proceso de construcción de una comunidad urdiendo entre sus vecinos lazos basados en la devoción religiosa, el compromiso vecinal y el encuentro familiar en una fiesta popular. Pero además, se baña de leyenda, lo que en esta comarca es seña de identidad. Según cuentan los mayores, la imagen de la santa apareció el hueco de una roca, sobre la que posteriormente se levantó la ermita. 

Con el paso del tiempo se estableció que las mujeres de Hacinas, ataviadas con el traje típico, acompañen bailando a la santa y se empezó a celebrar un mercadillo en la campa junto al templo.

Se celebra a mediados de septiembre, el domingo anterior a la festividad de San Mateo, y es una de las citas señalas del calendario de los vecinos de esta milenaria localidad serrana. Otro momento clave del año, uno que ha trascendido desde Hacinas al resto de la provincia, es el carnaval.

En vísperas de que llegue la Cuaresma, la villa exhibe con orgullo la conservación de tradiciones ancestrales, como la celebración del Carnaval. La Tarasca, la Curra y los Comarrajo. La Tarasca es uno de los mayores símbolos del Carnaval de la provincia y tal es su importancia popular que ni siquiera en los años del franquismo se impidió que el pueblo de Hacinas sacara a la calle su mayor seña de identidad. 

Panorámica de Hacinas.ECB

Sin embargo, la epidemia del covid-19 obligó a abrir un triste paréntesis de dos años en esta tradición.

La Tarasca es una criatura mitológica con cabeza de burro y con un armazón fabricado de madera de fresno cubierto con telas, la Curra es una estructura de madera hecha por los más pequeños del municipio, simulando el cuerpo de una vaca al que se le cosen cientos de cintas de colores para adornar todo su cuerpo y los Comarrajos, gente del pueblo que se disfraza de forma grotesca sumando una tradición más al encanto de esta fiesta hacinense.

Siglos de historia contemplan a este pueblo enclavado en un paraje rocoso que mira a la peña Carazo y la Sierra de la Demanda. Los ‘peñones’ y los ‘peñucos’ que rodean el municipio, así como la roca o torre-campanario en la que se yergue la figura del Sagrado Corazón, son sin duda la seña de identidad más característica de Hacinas. 

Pero sin duda, su principal atractivo cultural es la presencia en su núcleo urbano de hasta tres árboles fósiles, uno de ellos reconstruído y ubicado a la entrada de la población.

El Reinado de navidad

El Reinado es un festejo ancestral de la juventud de Hacinas, y fuertemente arraigado en ella. Se celebraba en Navidad, abarcando hasta las fiestas de los Reyes. Si tenía lugar, pues no todos los años se celebraba, se anunciaba al anochecer del día 30 de noviembre, fiesta de San Andrés, con una especie de pasacalles, al son de la dulzaina y el tambor. 

El grupo de jóvenes que componían el Reinado, elegían entre ellos al que había de hacer de Rey e, igualmente, al Virrey. Otro sería el abanderado, o portador de la bandera. El día de Navidad, a la salida de la misa, elegían a la reina, de entre las mozas, colocando sobre la cabeza de la elegida, el sombrero del Rey. Así comenzaba el reinado, uno de cuyos actos, sería el baile a la bandera por el rey y la reina.

La comitiva a la salida de misa tras la elección de la Reina y de la Virreina.ASOC. JÓVENES DE HACINAS

El Reinado de Navidad resistió en Hacinas hasta 1952. Como en el resto de la comarca, se celebraba cada cuatro o cinco años pero mantenía su regularidad. Hubo que esperar a la década de los 90 para su «recuperación». Sin embargo, la fiesta se trasladó al mes de agosto por criterios de disponibilidad dada la despoblación progresiva que ha sufrido el territorio durante las últimas décadas.

Ya en el siglo XXI, el Reinado volvió en 2012. Desde la recuperación de la fiesta y su traslado a la época estival, la Ronda de San Andrés ya no marca la cuenta atrás del Reinado, pero el día de Nochebuena comienza el Reinado y el de Navidad es el gran día. 

La tradición manda que el Reinado llegue a su fin en la fiesta de los Reyes Magos con el último baile de la ‘seña’ y la carrera de garrochas.

Entre los monumentos de Hacinas destaca la iglesia parroquial de San Pedro, una construcción sólida y de líneas regulares levantada en la primera mitad del siglo XVII. Pero también el rollo jurisdiccional, un pilar octogonal sobre cinco escalerones circulares. 

En lo alto aparecen los canes típicos, coronados por un cono truncado. Y los restos del castillo del siglo IX en lo alto de un peñasco de roca arenisca desde donde se defendió al pueblo de los moros.