VALDELATEJA
Un hermoso remanso de paz en el corazón del cañón del Ebro
La localidad ofrece al visitante un paraíso natural con un entorno inigualable que merece la pena recorrer en cualquier época del año
Valdelateja es una bella localidad burgalesa que está ubicada en uno de los lugares más atractivos de la provincia, muy cerca del Cañón del Ebro, un entorno natural que ofrece múltiples posibilidades al visitante. Está enclavada en el Valle del Rudrón, río que desemboca en el Ebro en este pueblo.
Sin duda, el atractivo de Valdelateja viene marcado por su situación en el parque natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón. Un gran cañón horadado durante millones de años que deja en algunos puntos un desnivel de cerca de 250 metros de profundidad, lo que ofrece una vistas espectaculares a su paso, como las que se pueden disfrutar desde el mirador del cañón del Ebro, en la vecina Pesquera de Ebro.
La ruta, que se extiende por cerca de 22 kilómetros permite conocer este entorno privilegiado para los aficionados a la naturaleza a través de una ruta.
En concreto, desde el pueblo se puede empezar la llamada ruta GR99 o Camino Natural del Ebro. Se trata de un recorrido que parte de Valdelateja. Esta ruta abarca más provincias y comunidades limítrofes. Así, en la provincia entra por Orbaneja del Castillo, donde se puede disfrutar de su espectacular cascada, para continuar el camino por Escalada y seguir por Valdelateja, donde ya se entrará en el corazón del parque natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón.
La ruta que parte de Valdelateja parte de detrás de la iglesia hasta llegar a una pasarela que se debe cruzar para pasar el Ebro. A continuación, se debe atravesar un bosque mixto de encinas, quejigos, arces, alisos, madroños, acebos y tejos hasta que el camino lleva a Pesquera de Ebro. Se trata de una ruta que tiene una longitud de 15 kilómetros, con una dificultad media, y que se puede realizar en cualquier época del año. Para los amantes de la pesca, el coto de San Felices es uno de los más reconocidos de toda España para aficionados a la trucha.
Muy cerca del pueblo está el cerro del Castrosiero. En la antigüedad se ubicó una fortaleza, de la que no ha restos, aunque sí queda la presencia de la ermita dedicada a Santa Centola y Santa Elena. El origen de Valdelateja se puede remontar a la época prerromana, en este cerro El Castillo, lugar del que se conservan algunas estelas romanas.
Posteriormente, se trasladó al cerro mencionado anteriormente, ubicado un poco más bajo. Un lugar que estuvo habitado hasta los primeros años del sigo XX. El pueblo destaca por casas que tienen un estilo montañés, distribuidas entre los dos barrios en que se divide la localidad. En su mayor parte, estas construcciones tienen dos plantas que están cubiertas con un tejado a dos aguas.
Y cuentan con el elemento característico de las casas montañesas, la solana, el balcón corrido con balaustrada de madera.
Una de las construcciones más singulares de Valdelateja es el balnerario. Se trata de una construcción que data de 1884, aunque hay referencias de 1872. Fue declarado de utilidad pública en el año 1887, lo que ya permitía utilizar el agua de su manantial.
Ubicado junto al río Rudrón, durante los primeros años del siglo pasado fue un lugar muy visitado por la calidad de las aguas. En la actualidad, El establecimiento está cerrado.
Destaca la iglesia de Santa Eulalia, que se levantó inicialmente como una ermita. Lo primero que llama la atención cuando el visitante se acerca a ella es su espadaña.
Ya en el interior merece la pena destacar las esculturas dedicadas a Santa Centola y Santa Elena. En el cerro se ubica una ermita dedicada a las santas, de origen mozárabe del siglo VIII.