El último hito del Camino de Santiago

Entre los principales hitos de la historia de Itero del Castillo, ocupa un lugar destacado el que se produjo en el año 1210. Ese año aparece una referencia escrita a esta localidad, que pertenece a la comarca de Odra-Pisuerga. Una referencia en la que se hace mención a que itero equivale a piedra divisoria o mojón, lo que siempre ha marcado su situación como lugar fronterizo.

No obstante, hay ya referencias escritas del municipio en el año 934, en los fueros que Fernán Armentález otorga a Melgar de Suso. En el siglo XIV, Juan I le otorgó privilegios reales. Históricamente, Itero del Castillo ha sido una localidad vinculada al vino, con una gran cantidad de viñedos y bodegas. En el año 1888 llegó a sumar 78 bodegas. Esta actividad fue desapareciendo y se sustituyó por otro tipo de labores agrícolas, aunque aún quedan algunos restos de viñedos, en manos de muy pocos vecinos. Las bodegas subterráneas se ubican en la ladera del castillo.

En el límite entre las provincias de Burgos y de Palencia, Itero del Castillo goza de la abundancia que le otorgan las aguas del río Pisuerga. Antes fue el límite al oeste del antiguo condado de Castilla. La localidad surgió en torno al castillo.

Hablar de Itero del Castillo es también hacerlo del Camino de Santiago. Se trata de la última etapa del Camino Francés de la Ruta Jacobea. Tras pasar Castrojeriz y superar una empinada cuesta y el páramos de Mostelares, el peregrino llega a Itero de Castillo.

Un poco antes de llegar, junto al Camino de Santiago, se ubica la conocida como fuente del piojo, bautizada así porque antiguamente la utilizaban los peregrinos para despiojarse. En la actualidad, sirve para refrescar su caminata. A un kilómetro de la ruta hay un albergue municipal, de uso exclusivo para los peregrinos, con una habitación compartida. También se puede optar por el albergue de San Nicolás. Este albergue está ubicado en la antigua ermita de San Nicolás y está gestionado por la Confraternita San Jacopo di Compostella, italianos, sede en Perugia (Italia).

Cuando se sale de Itero de Castillo se debe cruzar el río Pisuerga por el puente de Fitero, que lo mandó construir Alfonso VI, precisamente para ayudar a que los peregrinos salvaran el paso por el río Pisuerga. De estilo románico, fue construido en el siglo XII. Tiene un perfil alomando con 11 ojos. Este puente tuvo también un gran valor estratégico al ser frontera del condado de Castilla y hoy es límite entre las provincias de Burgos y Palencia.

Otro lugar de interés para el visitante es la iglesia de Itero del Castillo, dedicada a San Cristóbal. Se construyó en el siglo XVIII. De tres naves, en el interior atesora retablos de estilo barroco, así como piezas del siglo XVI y góticas de otros templos. De los retablos de gran belleza que atesora merece la pena destacar el dedicado a San Cristóbal, del siglo XVIII. El retablo de la Piedad es también otra de las piezas de gran belleza que se pueden apreciar, así como el retablo del Cristo del Puente. La talla renacentistas de San Nicolás de Bari es otro de los tesoros artísticos del templo.

Como lugar fronterizo, el castillo tenía una importancia fundamental. Su torre puede datar de finales del siglo XIV. Está construida en piedra de sillería y es de planta casi cuadrada. Tras su restauración, la torre acoge actividades como exposiciones. La muralla que rodeó la localidad, que desapareció prácticamente en el siglo XVIII, atisba algunos vestigios cerca de la casa parroquial y un arco junto al Ayuntamiento que fue uno de los accesos al pueblo.

Entre las fiestas y tradiciones, Itero del Castillo celebra el 25 de julio, Santiago Apóstol, la festividad de San Cristóbal. El 6 de diciembre se celebra San Nicolás de Bari. En los últimos años, en agosto, se celebra una semana cultural.