Asaja denuncia que los lobos atacaron a un rebaño en Burgos y mataron 6 ovejas
El ataque se produjo en una explotación ganadera de Villafranca Montes de Oca
El ataque del lobo deja seis ovejas muertas y varias mordidas en Villafranca Montes de Oca
Un nuevo ataque de lobos a una explotación ganadera dejó una carnicería en una granja de Villafranca Montes de Oca en la que la manada acabó con seis ovejas y también mordieron a otras sin llegar a matarlas.
El ganadero afectado, según ha informado la organización profesional agraria Asaja, asegura que, sin lugar a dudas, se trata de un ataque de lobo por el tipo de mordedura y las huellas de las pisadas. Explican, además, que recientemente, el lobo ha sido avistado en la zona, con otros incidentes reportados en municipios como Villamudria o Fresno de río Tirón.
Además de las cabezas muertas, que no siempre reciben compensación, el perjuicio al ganado se amplifica, aclara Asaja, ya que el rebaño afectado, incluso si no fue mordido, experimenta las secuelas del ataque, como descensos en la producción láctea o abortos, entre otros.
El ataque del lobo deja seis ovejas muertas y varias mordidas en Villafranca Montes de Oca.
Estos ataques a la ganadería están en aumento, según la valoración de la organización profesional, que destaca que en el último semestre de 2023 se registró un incremento del 29% en Castilla y León.
En el caso de Burgos fueron 88 ataques y 117 cabezas de ganado muertas por el lobo. La situación es insostenible e incontrolable, prosiguen en Asaja, con siete ataques diarios reconocidos por la Junta de Castilla y León. Recuerda, a mayores, que la imposibilidad de implementar medidas de control a través de la caza se debe a la normativa aprobada por el Gobierno estatal, al incluir al lobo en el listado de especies silvestres de protección especial.
Por ello, Asaja insta al gobierno de España y a las Comunidades Autónomas a concretar la decisión de Bruselas de flexibilizar la protección del lobo, asegurando su conservación con un equilibrio entre la ganadería y el medio rural. No se busca la extinción del lobo, sino un control efectivo de su población, remarcan.