Aznar vuelve a Silos como turista
Acompañado de su esposa, Ana Botella, y el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, el expresidente del Gobierno acudió a Santo Domingo de Silos
Aznar, de vuelta en Silos. No es un visitante cualquiera ni se estrena como turista en la bella localidad burgalesa. Para Aznar, Santo Domingo de Silos encierra una simbología especial.
El expresidente del Gobierno y del Partido Popular mantuvo durante años la costumbre de dar por iniciado el curso político tras las vacaciones de verano con una visita a Silos donde asistía a los oficios en el cenobio benedictino y a menudo echaba una partida de dominó con algún paisano, con el alcalde o alguno de sus acompañantes.
Estas visitas finalizaban con una comida con afiliados y cargos del PP de Burgos y Castilla y León en la zona, en unas bodegas o en un restaurante, y el expresidente aprovechaba para ofrecer declaraciones a los medios de comunicación, casi siempre con enjundia.
Acompañantes habituales en estas citas para iniciar el curso político desde Silos fueron los expresidentes de la Junta y del PP de Castilla y León Juan José Lucas y Juan Vicente Herrera. Ahora, alejado de la primera línea de la política, las visitas de Aznar a Silos se mueven en el terreno de lo personal y lo turístico.
Este sábado fue el actual presidente autonómico y del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, quien acompañó a José María Aznar y su mujer, la exalcaldesa de Madrid Ana Botella, en su visita Santo Domingo de Silos dentro del viaje que la pareja realiza a Castilla y León. También les recibió el presidente de la Diputación Provincial y del PP de Burgos, Borja Suárez, entre otros.
José María Aznar, que también fue presidente de la Junta entre los años 1987-1989 y su mujer Ana Botella llegaron a Burgos procedentes de Soria y pudieron visitar el Monasterio de Santo Domingo de Silos, así como disfrutar de su claustro además de otras estancias del templo. El matrimonio fue recibido por el abad Dom Lorenzo Maté, según recoge Ical.
También aprovecharon para desplazarse a la localidad burgalesa de Covarrubias, perteneciente a la comarca del Arlanza, que destaca por su bonita arquitectura tradicional antes de que una fuerte nevada cayera en la zona centro de la provincia.