Burgos multiplica por 7 los daños al ganado desde que el lobo está protegido
La provincia de Burgos, con 697 animales muertos representa el 13 % de los daños en Castilla y León. El lobo atacó a 498 ovejas y 94 caballos, entre otros animales de los ganaderos burgaleses
Los ataques del lobo dejan en el año 2023 una cifra récord de animales perdidos por los ganaderos de Castilla y León con más de 5.500 cabezas de ganado muertas certificadas por ataques de lobo, lo que supone un 9 % más que en 2022 y un 30 % más que en 2021, que fue el año en el que el Ministerio para la Transición Ecológica incorporó el lobo al Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial vetando la caza de esta especie al norte del Duero y el control poblacional por daños a la ganadería en toda la comunidad autónoma, así como en el resto de España.
Burgos es una de las provincias de Castilla y León más afectadas por los ataques del lobo, que se concretan en 697 animales muertos en año pasado en la provincia. Esta cifra representa el 13 % de los daños del lobo en la Comunidad y supone multiplicar por 7 los daños de este depredador desde que el Gobierno estatal vetó su caza. Así, se ha pasado de 84 reses muertas en el año 2021 a 697 en el pasado 2023.
Los ataques del lobo se concentran principalmente en las explotaciones de ganado ovino para las que 2023 ha sido un año pésimo por los daños de este depredador gregario que acabó con la vida de 498 ovejas en Burgos. A mayores, el lobo también mata ganado equino que, en el caso burgalés, supuso perder 94 animales el año pasado.
Son cifras confirmadas por la Junta de Castilla y León, cuya Consejería de Medio Ambiente señala que en 2023 se contabilizan en la Comunidad más de 5.500 cabezas de ganado muertas certificadas por ataques de lobo, un 9 % más que en 2022 y un 30 % más que en 2021.
El 52 % de las cabezas muertas se corresponden con ganado vacuno (2.889 reses), fundamentalmente en las provincias de Ávila y Segovia, con 1.406 y 707 cabezas muertas, respectivamente. A continuación, el ganado ovino representa el 40 % de las cabezas muertas (2.205 reses), distribuidas sobre todo entre las provincias de Zamora, con 743 animales muertos, Burgos, con 498, y Segovia, con 338.
El equino, con 298 animales muertos, representa el 5 % de las bajas, distribuidos principalmente por la cordillera cantábrica, en las provincias de Palencia, Burgos y León, con 98, 94 y 85 casos. Por último, los daños sobre ganado caprino suponen el 3 % del total, con 158 bajas.
A excepción de Salamanca todas las provincias de Castilla y León presentan un incremento continuado de daños respecto de las estadísticas del año 2021, según confirma la administración autonómica.
Por provincias hay que destacar que Ávila es la más afectada ya que aglutina el 30 % de las cabezas muertas para todo Castilla y León, con 1.652, y un incremento de daños respecto del año 2021 del 11 %. A continuación, las provincias de Segovia, con 1.062 reses muertas; y Zamora, con 988; representan el 19 % y 18 %, respectivamente, de las cabezas muertas. El incremento de los daños en estas provincias respecto de 2021 supone un aumento del 23 % para Segovia y del 11 % para Zamora.
Resaltan también, a continuación, los datos ya mencionados de la provincia de Burgos, que con 697 animales muertos representa el 13 % de los daños habiendo multiplicado por 7 las muertes de ganado por los ataques del lobo respecto del año 2021, pasando de 84 reses muertas en 2021 a 697 en 2023.
Otras provincias, como Soria o Palencia, también han duplicado los daños, pasando en Soria de 71 reses muertas en 2021 a 162 en 2023, y en Palencia de 168 en 2021 a 343 reses en 2023. Para la provincia de Salamanca, la Junta señala una reducción de los daños respecto de 2021, pasando de 356 reses muertas a 70.
Indemnizaciones
Según la administración autonómica, el importe de las indemnizaciones abonadas por los daños de lobo en el año 2023 ha supuesto un total de 3,45 millones de euros, de los cuales 2,47 se correspen con pagos compensatorios y 0,98 por responsabilidad patrimonial en ejecución de sentencias de daños de los años 2020 y 2021.
Cabe recordar que la nueva normativa de pagos compensatorios aprobada en el año 2023, por la que se regulan los pagos compensatorios derivados de los daños producidos por el lobo en las explotaciones ganaderas en Castilla y León, ha permitido la compensación de los daños al norte del río Duero con carácter retroactivo desde la inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial en septiembre del año 2021. La súbita incorporación del lobo en LESPRE sin un periodo transitorio dejó un vacío legal al norte del río Duero al dejar de ser el lobo una especie cinegética y, por tanto, no poder indemnizar los daños por el sistema hasta entonces establecido.
A la vista de estos datos, tanto la Junta de Castilla y León como las Organizaciones Profesionales Agrarias han vuelto a dejar constancia de que la situación límite, y tanto la Administracion autonómica como las OPA vuelven a instar a la ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, a que derogue la Orden TED/980/2021, de 20 de septiembre, por la que se incluyó al lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.
También solicitan que sevrecupere la senda del diálogo para flexibilizar la gestión del lobo asegurando, en todo momento, el mantenimiento de la especie en un estado de conservación favorable. Estas cuestiones ya fueron solicitadas a la ministra en una carta conjunta de la Junta de Castilla y León y las Organizaciones Profesionales Agrarias remitida el 18 de enero de este año, y que a fecha de hoy sigue sin dar respuesta.
Apoyo del Parlamento Europeo
En este sentido, cabe recordar que el Parlamento Europeo se pronunció en el año 2022 proclamando su preocupación por los daños que producía el lobo a distintos intereses comunes agrícolas, ganaderos e incluso a las personas, e instó a la comisión a la Comisión Europea a que hiciera algo al respecto.
La propia presidenta Ursula Von der Leyen, en el año 2022, puso de manifiesto en un comunicado que, efectivamente, había una preocupación en Europa y que había que trabajar en ello y dio instrucciones a los servicios de la Comisión para que estudiase qué es lo que habría que hacer.
La Junta de Castilla y León interpreta la posición europea como un respaldo a la tesis que ha mantenido en esta materia que, además, deja en evidencia la decisión del Gobierno de España de dictar una orden que catalogaba el lobo al norte del Duero de forma que pasaba a ser de estricta protección sin que Europa lo exigiese.