Dos viejos conocidos de la Policía, cazados en pleno asalto a un bar de Miranda
Con 28 y 21 detenciones previas, respectivamente, profirieron amenazas de muerte a los agentes mientras eran trasladados a los calabozos
Acumulaban más de una veintena de detenciones por cabeza, pero ni con esas decidieron reformarse. Se trata de dos hombres, de sobra conocidos por la Policía dada su larga lista de antecedentes, dispuestos a asaltar un bar de Miranda de Ebro en la madrugada del pasado lunes 15 de abril. La jugada, de nuevo, les salió mal.
Una actuación conjunta de la Policía Nacional y Local permitió la detención de ambos varones en la confluencia e las calles Sorribas y Santa Lucía. Fue allí donde se les dio el alto después de su presunta participación en un intento de robo en un establecimiento hostelero de la calle Santa Lucía forzando la verja metálica.
La colaboración ciudadana fue clave para proceder al arresto. Un vecino avisó a la Policía tras escuchar fuertes ruidos metálicos en torno a las 04:25 horas. Tras inspeccionar el lugar, las dotaciones policiales comprobaron que la persiana del negocio afectado se encontraba forzada y fuera de sus guías, dejando un hueco suficiente para la intrusión de una persona. Los indicios no quedaron ahí, pues muy cerca del lugar se recuperó una maza, una palanqueta y se localizó la bicicleta utilizada por uno de los detenidos para desplazarse hasta el lugar de los hechos.
Durante el cacheo superficial de ambos, a uno se le intervino una navaja mientras que el otro portaba una linterna, instrumento habitualmente utilizado por los ladrones en el interior de los inmuebles objeto de sus acciones.
Según fuentes policiales, los dos sospechosos hicieron gala de una singular violencia verbal, ya que durante el traslado hasta las dependencias de la Policía Nacional profirieron amenazas de muerte a los agentes que les acababan de arrestar.
Con 28 y 21 arrestos policiales previos, respectivamente, estos dos hombres han cometido delitos de detención ilegal, lesiones, daños, amenazas, hurto, robos con fuerza y con violencia, estafa, delito contra la seguridad del tráfico, malos tratos en el ámbito familiar o quebrantamientos de condena, entre otros. Además, les constan innumerables requisitorias judiciales por no acudir a las citaciones de los órganos de la administración de justicia cuando son requeridos.