Los diez vecinos de Humada se movilizan para salvar su iglesia

Desde hace tres años los vecinos de la localidad de Humada miran con temor a su iglesia de San Miguel Arcángel. Son pocos, diez en invierno, cerca de 80 en el tiempo más cálido, los que dan vida a esta localidad, situada en el norte de Burgos, entre Villadiego y Aguilar de Campo. Un municipio que desde el año 2017 se encuentra incluido en el Geoparque Las Loras, el primero declarado por la Unesco en Castilla y León.

Los problemas del templo seguramente han sido causados debido a las filtraciones de agua en el tejado que se han ido produciendo a lo largo del tiempo. Fue hace tres años cuando empezaron los primeros desprendimientos en la zona de las bóvedas y con ellos la alarma entre los vecinos. Primero se cayó una pieza de los nervios que sustentan la cubierta. «Afortunadamente, fue entre semana y el templo estaba vacío. En otras circunstancias, podría haber ocurrido un grave accidente», explica Gema Conde, portavoz de la Comisión Pro-Templo de Humada.

Milagrosamente, la bóveda se mantuvo en pie, pero el deterioro continuó adelante. Para evitar un accidente grave, decidieron cerrar el templo al culto y celebrar las misas en la escuela. En ese momento, conscientes del problema, comenzaron a buscar fórmulas para conseguir fondos para arreglar la iglesia. «Somos un pueblo pequeño, pero todos los domingos nos reuníamos los vecinos y juntos íbamos a tomar después el aperitivo. Para nosotros la iglesia es un punto de reunión», explica Gema. «Para todos ver cómo se iba cayendo su iglesia fue un periodo de incertidumbre muy fuerte. Fueron unos meses angustiosos, porque en cualquier momento se podía venir bajo».

Temían perder siglos de historia, los recuerdos y vivencias de multitud de generaciones «que acudían a su iglesia buscando consuelo espiritual, o a bautizar a sus hijos, a casarse o a despedir a sus familiares y vecinos», subraya Conde. Para muchas localidades su iglesia es algo más que un lugar de culto. Ha sido, y sigue siendo, el punto de referencia, el lugar de encuentro de los vecinos, que suple en muchos casos los locales que las pequeñas poblaciones no pueden mantener un punto de reunión o en los que hacer vida social. «En muchos pueblos pequeños de la España vaciada, en los que no hay locales de hostelería ni centros sociales, siguen siendo hoy el único lugar público de encuentro», aclara Gema Conde.

Por eso surgió la movilización de Humada y se creó esta comisión pro- templo de Humada. Son conscientes de que son muy pocos, tan sólo un pequeño grupo de vecinos. Pero cuentan con otras personas que no olvidan sus raíces, aunque vivan fuera de Humada. En otros lugares de España, incluso en Estados Unidos, Cuba o Corea del Sur. Personas emocionalmente vinculadas al lugar y a la comarca. Todos juntos decidieron pedir primero ayuda al párroco. «Gracias a la colaboración de nuestro párroco, don Vicente, pudimos vender dos viejas viviendas propiedad de la Iglesia, situadas en el mismo pueblo. Y, con el dinero obtenido, pudimos apuntalar el edificio. Fue en el último momento, porque no hubiera aguantado en pie un duro invierno más», explica la portavoz de la comisión.

Desde hace un año que el interior de San Miguel Arcángel está lleno de andamios para evitar el derrumbe, «la bóveda se caía literalmente». Es una solución temporal, que además supone un gasto continuo para las arcas de esta pequeña localidad. «El alquiler del andamiaje nos está consumiendo, mes a mes, los escasos fondos que habíamos conseguido reunir», aclara Gema. Y en esta situación acudieron a la ‘campaña de las goteras ‘ que une a Diputación y Arzobispado, que les ha concedido una cantidad importante que puede servir para iniciar la recuperación del templo. Y consiguieron entrar en el listado de ayudas de este año con una cantidad importante que supondría el inicio de las obras de recuperación.

El montante global es 100.000 euros para la obra estipulados en el convenio de las goteras. La concesión directa supone 80 por ciento, pero el 20 restante es el que debe aportar cada localidad. «Necesitamos un mínimo de 20.000 euros. Aunque después hemos hecho cuentas y seguramente necesitaremos más. Por eso tenemos que conseguir lo máximo posible para evitar la ruina» , subraya Conde. «Pero 20.000 es lo mínimo para que este verano podamos comenzar las obras y salvar a San Miguel», explica la portavoz de los vecinos de Humada.

Estiman que necesiten en global cerca de 50.000 euros para completar el coste final que supondría salvar de la ruina el templo. Esperan continuar recibiendo el apoyo y la ayuda de los vecinos y empresarios de la zona. Así como de «personas de otros lugares sensibilizadas con la importancia de la conservación de nuestro patrimonio histórico-artístico y cultural».

Toda la ayuda es bienvenida. Se se pude colaborar a través de la plataforma Protemplos  https://protemplos.es/

 y entrando en la web humada.es, donde encontrarán un código QR.

Toda ayuda es bienvenida. Se puede donar desde los 10 a los 1000 ¨recordar las importantes ventajas fiscales para que haya más donantes¨ , explican desde la Comision Protemplo

«No podemos dejar que se caiga la iglesia cuando se ha conseguido ser Geoparque, lo cual debiera contribuir a generar riqueza». Desde la Comisión Pro-Templo quieren continuar peleando para no ser otro pueblo de la España vaciada. «De momento, con la venta de una de las casas para conseguir fondos para el arreglo De la Iglesia, hemos conseguido que vengan a vivir otra pareja todo el año», explica Gema.

San Miguel Arcángel de Humada 

La iglesia parroquial dedicada a San Miguel Arcángel es un templo renacentista. Se compone de una sóla nave y cuenta con una capilla lateral. El templo conservó en los nervios y bóvedas las trazas de la pintura original con la que, posiblemente, estuvieron engalanada toda la bóveda de la iglésia.

El ábside es poligonal con contrafuertes en esquinas. La portada es data del Siglo XVI y destaca por su gran altura. San Miguel Arcángel cuenta con una torre cuadrada, remada de pináculos y cuatro huecos para campanas. Dentro del templo destacan algunas piezas. Entre ellas, la pila bautismal románica, de la segunda mitad del siglo XII.

El retablo mayor es neoclásico, con relieves reaprovechados de otro anterior datado en el siglo XVI.