El Seprona pone el foco en los 'piteros' que expolian yacimientos en Burgos

Los detectoristas profesionales o ‘piteros’, como se les conoce en el argot’, son uno de los principales problemas a los que se enfrentan los agentes del Seprona. Los hay de varios tipos. Están los que son profesionales, que son grupos organizados. «Nosotros, los que hemos detectado, viene del sur, la mayoría de Andalucía», explica el teniente del Seprona. Su modo de actuar es el siguiente. Se desplazan en un vehículo, bien en un coche o en una furgoneta, suelen ser grupos de tres o cuatro personas y «acampan directamente en estos yacimientos», ya que en la mayor parte de los casos están aislados de los núcleos rurales. 

Esto hace que se puedan pasar varios días y suelen actuar de noche con sus detectores. Establecen rutas, apunta el teniente Colinas, «a lo mejor entran por Soria, pasan por Burgos y vuelven por Segovia. El aislamiento de los yacimientos dificulta que se les pueda detectar.

Otro tipo de ‘piteros’ son los que llaman «ocasionales», que se dedica a ello como afición. «Se compra un detector y va recogiendo un poco lo que encuentra, algunos ocasionalmente lo venden para sacar un beneficio, pero no es su actividad principal. El tercer tipo de ‘pitero’ es el que llaman «eruditos locales o falsos eruditos locales, que es gente que tiene ciertos conocimientos de arqueología, de arquitectura, de historia, que un poco bajo el pretexto de conservar el patrimonio, al final lo que buscan es ese patrimonio para sus museos particulares, para sus casas».

En este sentido, existen dudas legales sobre los detectores. Su compra es legal, pero el uso está limitado y debe realizarse en unas determinadas circunstancias. «Para usarlo en un yacimiento necesitas una autorización del Servicio Territorial de Cultura», explica el teniente Colinas, así como los usos que se hacen para realizar «prospecciones que están autorizadas». No obstante, las autorizaciones que se otorgan están «muy tasadas», ya que están delimitadas en el tiempo, entre determinadas fechas. Por eso, el uso tiene que estar autorizado, no se puede llevar en el maletero del coche el detector como se lleva una llave inglesa. «Si nosotros te vemos con un detector, de primeras te lo vamos a aprehender cautelarmente, a eso nos habilita la ley», apunta el teniente del Seprona. Y si los agentes sorprenden a alguien con el detector en un yacimiento o con objetos de valor histórico, directamente se va a iniciar una investigación penal». En definitiva, su uso está limitado a esas autorizaciones.