Patrimonio Provincial
El patrimonio gráfico de la provincia de Burgos recogido en un libro de referencia
El periodista e historiador Miguel Moreno, especializado en la divulgación del patrimonio, ha recopilado un volumen con una selección de 1.274 fotografías de calles, edificios, carteles, rótulos, anuncios y comercios diseminados por la provincia.
Muchas veces pasamos a su lado, sin fijarnos, pero forman parte, no solo de nuestro día a día, sino también de la historia más cotidiana y del patrimonio histórico. Con esta idea comenzó hace años a atrapar en el objetivo de su cámara, Miguel Moreno Gallo, periodista e investigador, imágenes curiosas, carteles, anuncios, comercios que encontraba en sus investigaciones por las diferentes localidades de la provincia.
De esta forma, se inició el libro que acaba de publicar,’ Burgos patrimonio gráfico’. El trabajo recopila una selección de 1.274 fotografía, de las 15.000 imágenes que ha recogido en los últimos años. Realizadas en 527 núcleos de población de 256 municipios de la provincia.
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El objetivo del trabajo es «dar a conocer un patrimonio gráfico que se está perdiendo, estoy convenido de que estos elementos tan singulares, que nos hablan, nos cuentan historias, posiblemente dentro de 20 o 30 años, estarán protegidos. Aunque en algunos lugares comienza a hacerse ya, otros se están perdiendo por el paso del tiempo» explica el autor.
Y aunque, como decíamos, hace años que su cámara capta estos curiosos elementos de nuestra historia, no es hasta hace siete años cuando, comenzó a realizar un análisis sistemático del patrimonio gráfico de la provincia burgalesa diseminado por los edificios y fachadas, calles, rincones de la provincia, escritos desde el siglo XVI hasta la actualidad.
Gracias a este volumen, se puede ver, muchas cosas curiosas de nuestra historia. Por ejemplo, evolución de la caligrafía que se ha usado en las diferentes épocas, «se utilizaba estilos romanos, carteles modernistas, el cambio de la letra después de la Guerra Civil, las modas europeas, con letras más austeras. Es también una variante para recorrer esa historia de nuestra provincia», explica Miguel Moreno.
El libro está dividido en dos partes. Por un lado, los carteles informativos «los nombres de las poblaciones, de las calles, rótulos de los pueblos, con los azulejos de color azul, fechas, relojes, hasta 40 placas de aseguradas de incendios», subraya el autor del libro.
También se recogen los comercios, con la tipografía de sus fachadas. Algunos tan curiosos como el ‘Almacén de drogas’, rótulo que todavía pervive en la calle Isilla de Aranda.
Farmacias, oficios, ferreterías, las casas de alimentación, mosaicos como emblemáticos como el de Philips en Covanera, que se encuentra en un estado «lamentable».
Anuncios de telégrafos, correos, carteles con el teléfono público del ayuntamiento. Algunos son inolvidables como el cartel del Teleclub, lugar de encuentro de los vecinos en la década de 1960 que en un principio sirvió de lugar de reunión para ver la programación de la tele, pero que con el paso del tiempo, se fue convirtiendo en un centro social. Quedan como testimonio del pasado en Agés, Los Balbases o Iglesiarrubia.
Quizá uno de los más conocidos es el azulejo que del Nitrato de Chile, una imagen que acompañó a muchas localidades de la provincia. Era el anuncio de un producto, un abono que especialmente se popularizó en las zonas agrícolas. En otros lugares de España, como en La Palma, se ha protegido especialmente como Bien de Interés Cultural. Y comienza a hacerse también en las localidades de Extremadura lo conservan.
En Burgos aún permanecen algunos en buen estado, como el de Ameyugo, Estépar o Mecerreyes. Junto a ellos, otro menos conocido, pero que también fue importante, como el de Nitrato de Noruega, competencia del producto anterior, que se encuentra en la zona de la Ribera, en municipios como Roa, Fuentecén o Zuzones.
En una segunda parte, Moreno ha recopilado, bajo el nombre de ideológicos textos grabados en la pared como agradecimientos, hidalguía, donantes que ayudaron a la construcción de edificios, escuelas, hijos ilustres, epigrafías y sentencias «maravillosas» como la que se encuentra en las paredes del pueblo de Iglesias ‘ Ni contra el Rey, ni contra la ley’, ‘Vive bien que has de morir’ o ‘El trabajo funde todos los vicios’ «están hablando desde la pared desde hace siglos a todos los que los quieran leer», explica Moreno.
El autor destaca también los Vítores «que no dejan de ser pintadas gamberras, en Burgos decían que no había, pero yo he recuperado ya 180 monogramas del siglo XVII. Son historia viva y que corren peligro de desaparecer».
Un texto que se completa con la historia de la fábrica de loza de Burgos, que fue la que realizó la mayor parte de las placas de calles, y nombres de localidades siguiendo una orden del siglo XIX que marcaba la obligación de rotular.
La mayoría de estas pequeñas joyas no están protegidas a pesar del indudable valor que contienen. El ayuntamiento de Burgos, marcó en el año 2019 algunas fachadas de comercios históricos que, aunque han cambiado de actividad, han mantenido su esencia exterior como ‘A la Villa de Madrid, o la antigua Librería Sedano. En el año 2022 se amplió la lista, en el actual PGOU con, al menos, 17 comercios debería ser protegida.
El libro, editado por la imprenta de la Diputación de Burgos, ya está disponible en las librerías con un precio de 25 euros. Se han editado 250 ejemplares.