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Las monjas de Belorado se enrocan y no entregan las llaves del convento

Avisan a la Guardia Civil al sentirse acosadas por la presencia de cámaras de televisión que «invadían» el recinto

El falso cura José Ceacero atiende a los medios de comunicación.SANTI OTERO

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Burgos

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El conflicto entre las monjas cismáticas de Belorado y el Arzobispado de Burgos continúa derecho su camino hacia un tribunal civil después de que, como era de esperar, las clarisas se hayan negado a entregar una copia de las llaves del monasterio de Santa Clara.

El plazo de dos días hábiles para entregar las llaves fijado por el Arzobispado expiró la medianoche del lunes y el falso cura José Ceacero confirmaba lo que ya se presuponía, que no las iban a entregar. Y, más aún, que tampoco van a acudir a declarar ante el Tribunal Eclesiástico del Arzobispado de Burgos ante la apertura de un proceso canónico contra las religiosas.

El falso cura que ejerce de portavoz de las monjas señaló ayer que no entregarán las llaves y cargó de nuevo contra el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, a la vez que indicaba que las monjas sí acudirán a «un tribunal civil y ahí tendrá que decidir un juez si alguien, como verdaderamente está haciendo el señor Iceta, puede imponer un derecho particular por encima de la Constitución Española». Como ya hiciera hace unos días, Ceacero volvió a acusar a Iceta de tener una motivación meramente económica en este conflicto con la venta de los tres monasterios. «Quiere quedarse con los inmuebles para luego venderlos, no tienen vocaciones, si cada vez tienen menos seguidores la confesión católica por toda la mafia que es», afirmó Ceacero. Añadía que «qué va a hacer con tres inmuebles, ¿los va a llenar de vocaciones? no me hagan reír por favor». 

El ‘cura barman’ incidió en que «se quiere quedar con los tres inmuebles, disolver la entidad, echar a sus legítimas propietarias y venderlos para convertirlos en dinero». Las declaraciones de Ceacero llegaban en una jornada en la que la presencia de una pareja de la Guardia Civil encendía las alarmas a los medios de comunicación allí congregados.

Fueron las propias monjas, tal y como confirmaron desde la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos, las que avisaron al Instituto Armado ante la presencia masiva de medios de comunicación. Su llamada estaba motivada porque habían visto la presencia de cámaras en el recinto, entre los setos, y se sentían «invadidas». Dos agentes accedieron al interior del recinto y se entrevistaron unos minutos con las religiosas y comprobaron que estaban bien.

Es la segunda vez que la Guardia Civil acude al monasterio de Santa Clara de Belorado en pocos días. El pasado jueves, 6 de junio, las monjas avisaban a la Benemérita tras acudir una comitiva enviada por el Arzobispado de Burgos, formada por Carmen Ruiz, secretaria de la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu, Rodrigo Sáiz, apoderado de Iceta como comisario pontificio designado por el Vaticano, y Carlos Azona, en calidad de notario del Tribunal Eclesiástico.

Las clarisas avisaban a la Guardia Civil y solo pudo acceder al recinto la notaria María Rosario Garrido con el objetivo, primero, de establecer una línea de interlocución con las religiosas, «de modo particular con las más mayores», tal y como señalaba el Arzobispado en un comunicado, y comunicar las facultades jurídicas que competen al comisario pontificio sobre la administración de los monasterios y transmitir las notificaciones pertinentes con respecto a la apertura del proceso canónico correspondiente. Las monjas, en un comunicado en redes sociales, avisaron a la Guardia Civil tras acusar a la delegación de Iceta de «irrumpir de forma no autorizada» en el monasterio para «exigir» las llaves y la documentación del mismo «a viva voz, sin documento alguno que lo avale».