TROTABURGOS SONCILLO
Soncillo: Una perla en una de las comarcas más visitadas de Burgos
Soncillo es uno de esos pueblos que reciben visitantes durante todo el año, pero en verano multiplican la afluencia de turistas / Su historia le remonta a la Edad Media
Vista aérea de Soncillo.
Uno de los pueblos más turísticos de una de las comarcas más visitadas de la provincia de Burgos es la localidad norteña de Soncillo. Enclavado en el Valle de Valdebezana, en plenas Merindades, dispone de una ubicación privilegiada en la que su entorno natural añade kilates a la belleza del propio pueblo. Soncillo es de esos pueblos que brillan en un cofre de monedas de oro como son las Merindades.
Si sólo fuera por el reclamo de la cascada de la Pisa o su cercanía al embalse del Ebro ya estaría entre los pueblos con más reclamos turísticos del norte de Burgos, pero es que Soncillo tiene mucho más que ofrecer.
La tranquilidad que rodea a Soncillo, junto con el atractivo natural de la zona, lo convierten en un destino ideal para los amantes de la naturaleza. Numerosas rutas y senderos atraviesan el Valle de Valdebezana, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de explorar un entorno único.
A escasos cuatro kilómetros del pueblo, en en Villabáscones de Bezana, se halla la Cascada de las Pisas, uno de los parajes más famosos de Las Merindades. Excursionistas, montañeros, domingueros y paisanos de las Merindades confluyen los domingos de verano en este humedal que da la vida cuando el calor aprieta.
Soncillo es parada y destino de numerosas rutas y senderos que recorren el Valle de Vallebezana. La tranquilidad que rodea al pueblo, el atractivo natural de la zona y la relativa cercanía a la capital burgalesa son algunas de las principales características de este pequeño pueblo burgalés.
Ayuntamiento de Soncillo.
La historia de Soncillo se remonta a tiempos prehistóricos, con vestigios que sugieren que la zona pudo haber pertenecido a los cántabros y haber sido testigo de incursiones de las legiones romanas.
El pueblo, tal y como se conoce hoy, se consolidó en la Edad Media, influenciado por el sistema feudal que favorecía al clero y a la aristocracia mediante la explotación de la tierra. Gracias a la riqueza de sus tierras, Soncillo se convirtió rápidamente en un centro de abastecimiento de alimentos, aceite, vino y otros productos, situación que ha mantenido hasta la actualidad.
El clima de Soncillo ha influido notablemente en la arquitectura local, que incluye soportales para guarecerse de la lluvia. Por el pueblo pasa el arroyo de la Gándara, que nace en Cilleruelo de Bezana y desemboca en el río Nela en Quintanabaldo.
Esta condición climática influye en su arquitectura, peculiar e histórica. El caserío y numerosas casonas se agrupan alrededor de la plaza del pueblo, uno de los lugares más emblemáticos de la localidad.
Cascada de Las Pisas en Villabáscones de Valdebezana.
La plaza de Carlos II y la iglesia de San Cosme y San Damián son puntos destacados del patrimonio de Soncillo. La plaza, como en muchos pueblos, actúa como el centro social, donde han tenido lugar innumerables bailes, juegos y encuentros entre los vecinos.