La quema de banderas en Treviño, un hecho aislado fruto del «gamberrismo»
La Guardia Civil de Álava investiga el robo de enseñas y su sustitución por la ikurriña en el Ayuntamiento. El alcalde espera que lo ocurrido no se «utilice políticamente» y asegura que «cada uno tiene su opinión y nos respetamos todos»
Sucedió en la madrugada del sábado 22 de junio, probablemente a punto de amanecer. Treviño celebra las fiestas patronales de San Juan Bautista con total normalidad. Sin incidentes reseñables, como siempre. Sin embargo, alguien decide encamarse al balcón del Ayuntamiento, robar las banderas de España, de Castilla y León y de la Unión Europea y sustituirlas por la ikurriña. A priori, cualquiera podría pensar que se trata de una acción de protesta para reivindicar la pertenencia de este enclave burgalés a la provincia de Álava.
De las banderas sustraídas, según confirma la Guardia Civil de Álava -a cargo de la investigación a través de su Unidad de Policía Judicial-, se hallaron restos calcinados en las inmediaciones de la Casa Consistorial. El alcalde de la localidad, Adolfo Estavillo, no puede confirmarlo aunque así se lo han hecho saber varios vecinos. Sea como fuere, la Benemérita subraya que se trata de un hecho aislado, que nunca antes se había producido una acción de estas características. El regidor, en la misma línea, considera que se trata de un mero acto de «gamberrismo».
Estavillo, de la agrupación independiente Treviño Día a Día, prefiere no dar «mayor importancia» a lo sucedido. Más que nada, porque no quiere que este acto vandálico se «utilice políticamente» como arma arrojadiza. Insiste en que la convivencia en todo el Condado es ejemplar. Lo mismo da que unos se sientan de Burgos y otros de Álava. El conflicto territorial, si es que se le puede llamar así, ahí está. No en vano, «cada uno tiene su opinión y nos respetamos todos».
Al primer edil le parece comprensible que los medios de comunicación se hagan eco de unos hechos que él mismo denunció el lunes ante la Guardia Civil. Pero no le gustaría que se magnifiquen porque no los considera representativos sino más bien una consecuencia de la ingesta masiva de alcohol en plenas fiestas. Por otro lado, recuerda que el domingo 16 de julio se celebró un concierto del grupo navarro Puro Relajo en el campo de fútbol de Franco que atrajo a más de 1.700 personas y «nadie lo ha publicado».
Con la investigación todavía abierta para tratar de esclarecer la autoría de este robo y quema de banderas, la Guardia Civil sospecha que el acceso al balcón del Ayuntamiento se realizó «con una escalera». Esa es al menos la hipótesis más factible, aunque tampoco se pueden descartar otras posibilidades.
Por otra parte, Treviño también amaneció ese mismo día con diferentes pintadas cerca del Consistorio, en paredes y en la entrada de garajes particulares. «Nada político», aclara Estavillo. Y lo corrobora la propia Benemérita. Básicamente, se trata de grafitis, más bien firmas, que no muestran «nada reivindicativo». Todo apunta, por lo tanto, a que quizá no tengan relación. A pesar de ello, los agentes de la Judicial que se desplazaron hasta la localidad para iniciar la investigación no dudaron en analizarlas por si acaso.
Reacciones políticas
«La quema de banderas es un acto que incita al odio y a la división, socavando los principios fundamentales sobre los cuales asienta nuestra sociedad», señalaba el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, en declaraciones recogidas por Europa Press. En su opinión, lo acontecido en Treviño constituye «un desprecio a los símbolos que representan la unión y el respeto entre comunidades».
Aparte de condenar enérgicamente una acción que «atenta contra los valores de convivencia y tolerancia», Sen quiso hacer un llamamiento al «diálogo» y la «cooperación» frente a las actitudes «destructivas y provocadoras». «No permitamos que actos aislados de odio definan quiénes somos como comunidad, debemos responder con firmeza y con un compromiso renovado hacia la convivencia pacífica y el entendimiento mutuo», enfatizó.
También expresaron su «más firme condena» el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el secretario autonómico del PSOE, Luis Tudanca, quien no dudó en subrayar que «Treviño pertenece a Castilla y León» y «es territorio español».