Desmantelan en Burgos un criadero ilegal de perros Yorkshire con 49 adultos y 28 cachorros
El propietario los vendía a través de redes sociales a precios que oscilaban entre 200 y 1.500 euros
El Seprona de la Guardia Civil ha desmantelado un criadero ilegal de perros de raza Yorkshire en una localidad del Valle de Santibáñez, cuyo propietario comercializaba estos perros a través de redes sociales a precios que oscilaban entre 200 y 1.500 euros.
Además de la venta ilegal, el propietario ha sido denunciado por varias infracciones a las normativas vigentes y también se ha identificado y denunciado a un veterinario que colaboraba con el criador, facilitando que pudiera hacerser con medicamentos sin receta mediante albaranes.
Hace unas semanas, el Seprona recibió una denuncia anónima sobre la supuesta venta de perros por un individuo no profesional, quien también operaba un criadero de Yorkshire sin las autorizaciones correspondientes en una propiedad dividida en dos áreas: una destinada a la cría y alojamiento de los perros y otra para almacenar material y medicamentos.
Los agentes llevaron a cabo una inspección en las instalaciones en presencia del propietario y se encontraron 77 perros, de los cuales 49 eran adultos y 28 cachorros de menos de tres meses. Todos ellos carecían del espacio necesario para su bienestar y ejercicio ya que estaban recluidos en la primera sala, dividida en nueve cheniles y con cuatro transportines.
Aunque los perros parecían estar en buen estado físico y de salud, la lectura de los microchips reveló que 28 no tenían microchip y otros 20 no habían sido vacunados ni desparasitados según las normas obligatorias, lo cual puede provocar enfermedades en humanos y graves consecuencias para los perros, incluyendo la muerte.
La segunda área estaba destinada al almacenamiento de medicamentos y otros materiales. Se encontró una gran cantidad de medicamentos, algunos ya caducados, sin receta médica, prescritos por un veterinario en connivencia con el criador a través de albaranes que no justificaban su posesión y administración.
El propietario no tenía la documentación necesaria para legalizar el criadero, como la Licencia Ambiental y la inscripción en el registro de núcleos zoológicos de Castilla y León. Los perros eran vendidos a través de redes sociales a precios que oscilaban entre 200 y 1.500 euros.
Las irregularidades observadas en cuanto a sanidad y bienestar animal, comercialización por redes sociales, falta de documentación, posesión de medicación caducada y expedición sin receta han sido reportadas al Ayuntamiento del municipio y a la Junta de Castilla y León en Burgos.