REHABILITACIÓN DE LAS SALINAS DE POZA
Poza recupera el alma de sus salinas
El proyecto de rehabilitación de las salinas de Rusalado inicia ya la segunda fase que culminará, en septiembre, con la creación de un recorrido turístico y divulgativo.
A lo largo de la historia la sal siempre fue un bien muy codiciado. No solo servía para dar sabor a los alimentos, sino que, cuando no existían los frigoríficos y congeladores, se utilizaba para su conservación. Un condimento, un mineral preciado, del que se deriva la palabra salario, y que por su valor fue conocido como el 'oro blanco'.
La localidad de Poza de la Sal lo conoce bien. No en vano, debe su origen y desarrollo a un lugar único en la península. El diapiro es uno de los fenómenos geológicos más importantes de la España. El más grande Europa. Un afloramiento natural de ofita y sal conocido como el Castelar. Hace millones de años era una entrada de agua salada que se fue evaporando y quedó atrapada en la tierra. El tiempo, la deposición de sedimentos, junto a los fenómenos geológicos, favorecieron que la sal fuera ganando terreno para crear este fascinante “volcán”: una depresión con un diámetro de 2 kilómetros y medio que desciende, de forma brusca, hacia la planicie del valle de la Bureba.
Este lugar ligado al pasado de la localidad vive un proceso de recuperación. A finales del pasado año, el Ayuntamiento de Poza de la Sal aprobó el proyecto de rehabilitación de las Salinas de Rusalado. Una actuación englobada dentro del Plan de Sostenibilidad Turística en Destinos en el marco del 'Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia -Financiado por la Unión Europea- Fondos NextGenerationEU', que cuenta con un presupuesto que se acerca a los 472.000 euros.
PROYECTO DE ACTUACIÓN
La propuesta ya está en marcha. Durante el mes de abril y mayo se efectuaron los primeros trabajos centrados en la investigación y recuperación de los restos. María Negrero, es la arqueóloga y la responsable del proyecto de rehabilitación de las de las Salinas de Rusalado. «El principal objetivo es la recuperación de las salinas utilizando los sistemas constructivos históricos. La idea final es devolver a la zona su capacidad funcional original». Las últimas salinas estuvieron funcionando hasta el año 1970.
Los almacenes y producción de sal se han perdido. Quedan parte de las estructuras. Gran parte estaban tapadas, colapsadas o derrumbadas, por lo que en esta primera fase «se ha hecho una limpieza general con control arqueológico, porque las salinas son un Bien de Interés Cultural. Por ese motivo, todo tipo de movimiento de tierras necesitan, por ley, un control arqueológico», explica María Negrero.
El ámbito de actuación se encuentra dentro de la delimitación del Sitio Histórico de las Salinas Reales de Poza de la Sal, espacio protegido ocupa unas 454 hectáreas, declarado BIC en noviembre del 2001.
La intervención se está realizando en uno de los extremos de las salinas. Hay unas zonas activas, que la Asociación Cultural de Poza de la Sal mantiene. «Tiene en marcha, trabajan con mucho entusiasmo para dar a conocer el proceso y se sigue produciendo sal en una zona que ellos rehabilitaron hace años».
El proyecto actual delimita la intervención en un lugar denominado 'granja': el conjunto de estructuras orientadas a la extracción y producción de sal, que ocupan la mitad oriental de valle de las salinas.
Se conocen con seguridad unas diecinueve granjas y la actuación en curso se centra en una de ellas, identificada como “Rusalado”, situada en el extremo oriental del valle salado, muy cerca del pueblo.
Ya está en marcha la segunda fase destinada a la reconstrucción que se prolongará durante el mes de agosto. Se espera que en el mes de septiembre se pueda acometer, una tercera y última, que estará dedicada a la puesta en valor del lugar para el acceso a las visitas. «El objetivo es entender su funcionamiento y el acondicionamiento del espacio con senderos, señalización, un pequeño mirador donde se explica tanto el proceso de elaboración de la sal como la geología del valle».
EXTRACCION DE LA SAL
El proceso de elaboración de la sal se conoce gracias a los estudios realizados por investigaciones locales « Eduardo Sáiz en su libro 'Las salinas de Poza de la Sal', recoge los datos históricos y también testimonios de los antiguos salineros. Ha hecho en texto, dibujos, fotografías, una labor importante de documentación que es la base para todos los trabajos. La fuente de la que emanan las actuaciones», explica María Negrero, arqueóloga y responsable del proyecto de rehabilitación de las de las Salinas de Rusalado.
Los salineros hacían una caña, un tubo vertical que podría tener entre 10 y 60 metros. Lo iban encofrando con tablas y bajaban hasta encontrar la veta, la roca de sal. «A partir de esa roca hacían galerías horizontales un poco inclinadas; introducían agua dulce de las fuentes del entorno por las cañas que se distribuían por las galerías y bajaban hasta la zona de las eras», relata María Negrero. Cuando el agua salía a la superfície se recogía el agua en grandes pozos de salmuera, en las estructuras de chozas y chozonas. Lo extendían en la parte superior, que eran superficies, amplias, planas, horizontales, en origen hechas con arcilla, «pero en los últimos años se realizaron ya con cemento para facilitar el trabajo porque el suelo de arcilla necesitaba mucho mantenimiento»,.
Se recogía en las chozas durante todo el verano. Con posterioridad, cuando se había temporada de calor, que era cuando se trabajaba, se almacenaban en la parte inferior de las eras, situados debajo de las superficies de sal. Durante el invierno o el otoño se subían a los grandes almacenes de propiedad real y la de la Villa.
PROYECTO DE RECUPERACIÓN
La intervención se está realizando en las plataformas más cercanas al municipio, que son las que estuvieron en uso hasta una época cercana y que, por tanto, conservan un mayor número de elementos recuperables.
«Se busca preservar los elementos originales, los que aún se conservan. La integración de las mismas en la comunidad, que sean respetuosa y sostenible, que se minimice el impacto ambiental», apunta Negrero. Se realizará gracias a diferentes grupos de trabajo que realizarán actuaciones de cantería, de madera.
Según recoge el proyecto de actuación, se van a rehabilitar las eras de cemento simples que son las más sencillas y constan de una capa de cemento con un borde que contiene el agua y la sal. Para la restitución de las 4 piezas propuestas, será necesaria la nivelación del terreno debido a las diferentes zanjas y fisuras que se han ido formando con el paso del tiempo y la falta de uso.
Se reconstruirán los históricos ' Chozas y chozones ' que han desaparecido, quedando tan solo el testimonio documental de las imágenes, así como algún muro que servía como punto de apoyo de las eras superiores. Se actuará también en las' Eras sobre pozos' que estuvieron situadas en la zona central de la plataforma sur. También se intervendrá en los elementos auxiliares que acompañan a la producción. Se limpiarán y recompondrán los arquetones para su puesta en uso, así como los pingostes, esbarciaderos y canales de madera.
Y Finalmente se dispondrán varios itinerarios que permitan un recorrido por las salinas ofreciendo numerosos puntos de vista. Contarán con paneles explicativos, que permitirán entender el proceso de producción de sal, con toda su complejidad, además de la realidad urbanística y paisajística del municipio.
Historia de las salinas
Es una extensión enorme. Un valle ingente, por las cárcabas, en los recodos, que empieza en la localidad y se extiende hasta las parameras de Masa. En las inmediaciones de Poza está,en el Cerro del Milagro,el poblado arévaco que después se romanizó, Salauca e incluida por Ptolomeo entre las ciudades indígenas autrigonas que, posteriormente, experimentaría un proceso de romanización intenso (Flavia Augusta) y que necesariamente habría que relacionar con el potencial salinero del lugar.
La primera referencia documental de las salinas data del año 937. Se mencionan en una donación de muera al monasterio de San Pedro de Cardeña. Por lo que desde el siglo X Poza es una de las villas más importantes del norte de la península en cuanto a producción de sal.
Es en el s. XVIII, cuando alcanza su máximo esplendor salinero y se coronoa como el punto de distribución de sal más importante del norte de la península, llegando a tener más de 2.000 eras y a producirse alrededor de 100.000 kg de sal diarios. Durante estos años los habitantes de Poza tenían parte de este' oro blanco ', pero la mayoría iba a parar a Monasterios, realeza y la nobleza.
Asociada a La Casa de Administración de las Reales Salinas promovida en año 1786 por la Hacienda Real de Carlos III, que desde su conclusión en 1789 acoger el control y la administración de los procesos de elaboración, producción, almacenamiento y distribución de la sal producida en las salinas de Poza y de las aledañas de Alava.
El edificio estuvo en uso hasta la caída de la monarquía de los Borbones. Entonces pasó al concejo municipal y desde 1880 fue la sede de la escuela. En los años sesenta la que fuera Casa de Administración de las Reales Salinas se abandona durante casi cuarenta años hasta que se acomete su rehabilitación como Casa de Cultura. Finalmente, en el año 2003 se instala en su sótano el Centro de Interpretación Las Salinas.