Atapuerca revive la batalla fratricida entre Fernando I y García III
La ladera de la iglesia de San Martín vuelve a acoger la representación de la Batalla de Atapuerca, hecho histórico que sentó los cimientos para la construcción del reino de Castilla
Atapuerca volvió a ser testigo este domingo del enfrentamiento entre los reyes y hermanos Fernando I de León y conde de Castilla y García III, rey de Pamplona-Nájera. La ladera de la iglesia de San Martín fue un año más el escenario elegido para la tradicional representación de la Batalla de Atapuerca, Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León que describe este importante hecho histórico acontecido el 1 de septiembre de 1054 y cuyo desenlace sentó los cimientos para la construcción del reino de Castilla.
La Asociación Amigos de Atapuerca es la encargada de organizar este evento, que este año reunió a cerca de un centenar de actores, entre ellos cinco rostros nuevos en papeles tan importantes como el narrador de la Batalla, el príncipe Sancho y el joven Cid, o los personajes de Diego Laínez, padre del Cid, y el rey García III.
La Batalla de Atapuerca tiene sus orígenes en 1035 cuando el rey Sancho III reparte su reino entre sus cuatro hijos, pero este reparto no contenta a todos y empiezan a producirse disputas entre ellos por los territorios. En 1037, con motivo de la Batalla de Tamarón, Fernando I pide ayuda a su hermano García III para vencer al rey de León, Vermudo III. A cambio, le promete las tierras del norte de Burgos, entre las que estaba Atapuerca. Fernando sale victorioso de la contienda, y durante 17 años, Atapuerca pasa a formar parte del reino navarro.
Sin embargo, unos años después, Fernando I se arrepiente de su decisión e intenta negociar con su hermano la devolución de estas tierras. Las negociaciones no prosperaron y acabaron con un enfrentamiento entre las tropas castellanas y las navarras, que finalizó con la muerte del rey García III. Fernando I de León resultó victorioso y recuperó los territorios del norte de Burgos.