Santa María del Campo. Residencia de reinas y una gran joya monumental
La localidad alberga uno de los más imponentes templos de la provincia. La reina Juana I de Castilla estableció allí su residencia temporal
Santa María del Campo es una localidad ubicada en el corazón de la comarca del Arlanza, a unos 36 kilómetros de la capital. Para llegar a esta localidad, de algo más de 500 habitantes, se puede acceder por la autovía A-62 y salir en Pampliega para coger la BU-101, bien por la BU-P-1001, conocida como la carretera de Arcos.
La historia de la villa se remonta al siglo XI, aunque las primeras referencias documentadas son del siglo XII, concretamente en el Becerro Galicano, cartulario monástico elaborado en el Monasterio de San Millán de la Cogolla a finales del siglo XII. Su nombre actual se remonta al siglo XI.
La evolución de Santa María del Campo se culmina en el siglo XVI, gracias a la actividad ganadera y agrícola. Ha documentos flamencos que la denominan la ‘pequeña ciudad’, al coincidir con su situación de corte temporal, ya que durante cerca de un mes fijó allí su residencia Juana I de Castilla, acompañando el cadáver de su esposo, Felipe I de Castilla. Aunque la actividad ligada al campo es la más importante de esta localidad, han ido surgiendo otras actividades relacionadas con los servicios. Entre los lugares de interés, merece una especial mención su edificio más emblemático, la monumental iglesia-colegiata de Nuestra Señora de la Asunción, declarada Bien de Interés Cultural, y también conocida de forma popular como una iglesia-catedral, por su gran tamaño.
Su construcción se remonta al siglo XIII. Y fue en el siglo XVIII cuando se culminó la monumental obra. Este amplio arco temporal hace que este monumento albergue estilos que van desde el gótico, al renacentista e incluso el plateresco, entre otros.De los muchos elementos que destacan de este grandioso templo está la gran torre renacentista, obra de Diego de Siloe y Juan de Salas. Debajo, destaca un arco flanqueado por columnas que, a modo de porche, da acceso al templo.
Además, cuenta con otras tres puertas de las que resalta la que está situada en la fachada norte de estilo gótico flamígero y que algunos atribuyen a la escuela de Simón de Colonia. El interior es tan sorprendente como el exterior, donde se puede disfrutar de un púlpito de estilo gótico mudéjar; la sillería del coro, muy parecida a la que se encuentra en la Cartuja de Miraflores de la capital burgalesa; el órgano o la sacristía. Otro de los tesoros más valiosos del interior son las tablas pintadas ‘El bautismo de Jesús’ y la ‘Degollación del Bautista’, de Pedro Berruguete.
Por su puesto, es de visita obligada la Casa del Cordón, que fue residencia temporal de Juana I de Castilla. Allí acudió en 1507, un año después de la muerte de su marido, Felipe I de Castilla. También estuvo en esta casa su padre, Fernando el Católico. En la localidad aún se conservan tres puertas de la antigua muralla, Arco de la Fuente, el Arco de la Costana y el Arco de la Vega.