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Investigan a una burgalesa por abandonar a seis cobayas dentro de un recinto vallado

Uno de los animales no logró sobrevivir. Su dueña se enfrenta a una pena máxima de dos años de prisión

Cobayas localizadas por la Guardia Civil después de ser abandonadas en Merindad de Río Ubierna.GUARDIA CIVIL

Burgos

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La Guardia Civil investigó recientemente a una mujer de 49 años como presunta autora de un delito de abandono de animales domésticos al soltar y poner en libertad a seis cobayas en un recinto vallado situado en una localidad perteneciente al municipio burgalés de Merindad de Río Ubierna

Los hechos ocurrieron días atrás, cuando un particular vio a la mujer portando una jaula con seis cobayas. Al cabo de una hora, el testigo observó que dichos animales estaban sueltos en un solar vallado para preservar una infraestructura de gas. Sin embargo, no había ni rastro de la dueña. 

Tras recibir el avisto, la Benemérita envió una patrulla de seguridad ciudadana que verificó el avistamiento. A continuación, los agentes capturaron cinco cobayas vivas y una sexta ya muerta. El alertante, presente en el momento de la intervención, aceptó la custodia provisional de las mascotas mientras se ponía en práctica el protocolo para recogida de animales abandonados por parte del Ayuntamiento correspondiente, que posteriormente los cedió a una asociación de protección animal.

Con la instrucción de las diligencias a cargo del Seprona, se logró recabar los indicios suficientes para determinar que podía tratarse de un caso de abandono. Sobre todo por el grave riesgo para la vida de los animales, pues se trata de ejemplares no adaptados a la vida en libertad y con el peligro de ser depredados por otras especies. Por otro lado, la investigación permitió esclarecer que la propietaria de las cobayas no comunicó a la Administración ni denunció en cuerpo policial alguno la desaparición, pérdida o extravío de los animales.

Una vez identificada y localizada la propietaria, fue investigada como presunta autora de un delito de abandono animal. Las diligencias instruidas han sido presentadas en los juzgados de Burgos. Según recoge el Código Penal, esta clase de delitos contra el Medio Ambiente pueden conllevar, en su grado máximo, una multa de hasta 24 meses y prisión de 2 años.

Asimismo, la Guardia Civil recuerda que la suelta irresponsable y no autorizada en el entorno natural de animales exóticos, puede desembocar en hibridaciones no deseables con otras especies autóctonas, dispersión sin control, transmisión de enfermedades, parásitos, alteraciones y daños en el ecosistema de la zona por afección a la flora y fauna local, así como modificaciones en el comportamiento que deriven en agresividades ausentes en su entorno doméstico.