Burgos acapara el 25% del cereal cosechado en Castilla y León en 2024
La Fundación Caja Rural y el Itacyl presentan los resultados de sus campos de ensayo en Zael, Cerratón de Juarros y Fresnillo de las Dueñas. Abril, el mes menos lluvioso, mermó la campaña
Podría haber sido una cosecha histórica, pero no ha estado nada mal. De hecho, se puede considerar que ha rozado el sobresaliente aunque haya zonas que se vieron gravemente afectadas por la sequía. En cualquier caso, Burgos ha jugado un papel clave este año en la campaña cerealística de Castilla y León. Así lo destacaba este martes el responsable del Plan de Experimentación Agraria del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), Gabriel Villamayor, a sabiendas de que la provincia ha aportado en torno al 25% de la producción obtenida en la Comunidad, que ronda los 6,4 millones de toneladas.
Tal y como expuso antes de presentar los resultados de los Campos de Ensayo promovidos por el organismo público y la Fundación Caja Rural en Zael, Cerratón de Juarros y Fresnillo de las Dueñas, el campo burgalés se ha comportado «muy bien». Hasta el punto de conseguir mejores rendimientos que la media autonómica, ligeramente por debajo de esos 6,7 millones con los que, sin duda, se puede lanzar las campanas al vuelo. Sea como fuere, Villamayor hizo hincapié en que la provincia ha alcanzado grandes resultados tanto en trigos como en cebadas al superar los 4.500 kilos por hectárea.
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Resulta curioso, y así lo puso de manifiesto el técnico del Itacyl, que abril fuese el mes menos lluvioso del año. Y eso, obviamente, «ha perjudicado un poco el final de la campaña» porque, además, hubo «bastantes heladas». De no haber sido así, es probable que la campaña se cerrase con mejores rendimientos, si bien es cierto que en Burgos no se notó tanto el impacto porque los trigos «están más adaptados a condiciones un poco más adversas».
Pese a todo, hay zonas de la provincia, empezando por la Riojilla Burgalesa, cuya cosecha ha sido desastrosa por culpa de la sequía. Nada se puede hacer, como es lógico, para que el agua caiga del cielo. Sin embargo, Villamayor recomienda prestar atención a las variedades testadas en la Red Genvce de las que se hacen eco los Campos de Ensayo de Caja Rural y el Itacyl. De esta forma, es posible comparar resultados de años anteriores en función de las condiciones meteorológicas y ver los índices de respuesta y resistencia genética ante la falta de precipitaciones.
Otro aspecto sobre el que Villamayor puso el foco fue el aumento de precios por la guerra entre Rusia y Ucrania, aunque «al final no tanto como se pensaba». Del mismo modo, quiso resaltar la importancia de optimizar al máximo el abonado para ahorrar costes y hacer frente a las restricciones, cada vez mayores, en zonas vulnerables.