El Correo de Burgos

Piden 11 años de cárcel por golpear y encadenar a una mujer en Miranda

El agresor, que ya había sido condenado por otra detención ilegal en 2017, se ofreció a acercar a la víctima al hospital, pero la llevó a su domicilio en Miranda de Ebro

Imagen de la mujer con la cadena en el hospital de Miranda de Ebro

Imagen de la mujer con la cadena en el hospital de Miranda de EbroECB

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La Audiencia Provincial de Burgos juzga el lunes 4 de noviembre a J.M.G. por los delitos de detención ilegal, contra la libertad sexual y de lesiones tras golpear y retener contra su voluntad a una mujer en su vivienda de Miranda de Ebro (Burgos), a la que ató con unas cadenas y una cuerda.

La Fiscalía solicita un total de 11 años de prisión. En concreto, solicita seis años por un delito de detención ilegal, cinco años por un delito contra de agresión sexual, y tres meses de multa, con una cuota diaria de 10 euros, por un delito leve de lesiones. Además, el Ministerio Fiscal solicita una indemnización de 5.000 euros para la víctima por los daños morales. Se añade el agravante de que el acusado ya había sido condenado a tres años de cárcel en el año 2017 por un delito de detención ilegal.

Los hechos se remontan al 20 de noviembre del año 2023, cuando personal sanitario del Hospital Santiago Apóstol de Miranda de Ebro avisaron a la Policía Nacional después de que acudiera una mujer al centro hospitalario que presentaba golpes en la cara y estaba atada con una cadena de manos a cuello.

Según el relato de la víctima a la Policía y que se recoge en el escrito de la acusación, la mujer y el acusado, que ya se conocían, se encontraron a las 10.15 horas del 20 de noviembre de 2023. Ella le dijo que iba al hospital, donde estaba al cuidado de una amiga, y el acusado se ofreció a llevarla al centro sanitario. De camino al hospital, el acusado le dijo que tenía que pasar por casa a recoger una cosa. Sin embargo, una vez que los dos entraron en la vivienda, el acusado empezó a golpearla en la cara varias veces hasta que se quedó inconsciente.

Una vez que recuperó el sentido, la mujer se encontró que tenía puesta una cuerda a la altura del cuello y al agresor tirando de ella con la intención de asfixiarla, mientras le seguía dando golpes en la cara y la insultaba. El agresor había añadido al primer amarre una cadena con la que ataba las manos a un extremo y el cuello a otro, a la que había a la que había añadido unos candados, lo que impedía que se marchara, a la vez que la seguía golpeando en la cara. El acusado, según el relato de hechos de la Fiscalía, «con el ánimo de atentar contra la libertad sexual» de la víctima consiguió que le besase, lo que hizo para «evitar que le siguiese golpeando».

En un momento que se quedó sin la vigilancia de su maltratador, que estaba en otra estancia de la casa, la víctima aprovechó para escapar de la vivienda, refugiándose en la casa de unos familiares que la acercaron hasta el Hospital Santiago Apóstol de Miranda de Ebro, desde donde se alertó a la Policía Nacional, y se atendió a la víctima. La Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Comisaría de Miranda de Ebro se hizo cargo de la investigación del caso y pudo identificar al agresor. En un primer momento, tras ser puesto a disposición judicial ante el juzgado de instrucción de guardia de Miranda de Ebro, el detenido fue puesto en libertad.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Miranda de Ebro acordó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del acusado por la detención ilegal de una mujer, tras tomar declaración a la perjudicada y a un testigo. El acusado sigue en prisión preventiva desde entonces.

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