La residencia Virgen de las Viñas implantará el modelo de unidades de convivencia

La Junta de Castilla y León ha aprobado un presupuesto de 18.489.167 euros para la transformación y gestión de la residencia de mayores ‘Virgen de las Viñas’, en Aranda de Duero, Burgos. Este proyecto se desarrollará a lo largo de seis años y contempla la creación de seis unidades de convivencia en el área residencial y tres en el centro de día. Además, la adjudicación del servicio de gestión abarcará hasta el año 2030, en línea con la estrategia autonómica de situar al usuario en el centro de las decisiones de atención social.

Este presupuesto aprobado en el Consejo de Gobierno incluye una partida de 400.000 euros destinada a las obras de renovación del centro. Con estas reformas, se introducirán las nuevas unidades de convivencia en las dos primeras plantas de la residencia, donde también se ampliará la sala común y se habilitarán dos nuevas.

En la planta baja, se reubicarán varias salas para permitir la implantación de las unidades de convivencia diurna y mejorar la capacidad del centro. La inversión total comenzará a aplicarse en 2025, previendo la apertura de las nuevas instalaciones y el inicio del servicio de gestión para el 15 de marzo del próximo año. El calendario de ejecución incluye un desembolso anual que oscilará entre los 1,05 y los 3,6 millones de euros, con finalización prevista para 2030.

La residencia ‘Virgen de las Viñas’ cuenta actualmente con 96 plazas residenciales y 48 en el centro de día, además de cinco adicionales para festivos y fines de semana. El servicio de gestión tiene un presupuesto de 18.089.167 euros, calculado en función del precio diario por plaza en las unidades residenciales y en el centro de día. Este cálculo responde a una atención adaptada a las necesidades específicas de cada usuario y es parte del nuevo modelo de cuidado enfocado en el usuario, desarrollado por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades.

modelo de atención centrado en la persona

Esta transformación responde a un modelo de atención centrado en la persona que la Junta está implementando en toda Castilla y León. 

El enfoque se basa en dar prioridad a las preferencias y necesidades de los usuarios, permitiendo que los residentes sigan realizando actividades cotidianas que les conecten con su vida anterior y la comunidad. Esta iniciativa se complementa con la Ley de Atención Residencial aprobada este año, que brinda respaldo legal a las denominadas unidades de convivencia. Estas unidades son espacios diseñados para 16 personas, con habitaciones individuales y dobles, baños adaptados y zonas compartidas, como cocina y sala de estar, que crean un ambiente hogareño donde los residentes pueden convivir y desarrollar su día a día de manera autónoma.