Las ocho ayudas al mantenimiento de bodegas subterráneas se fusionarán en una

LORETO VELÁZQUEZ / Aranda

A la espera de solucionar este mismo mes el pago de 32.000 euros que el Ayuntamiento adeuda a las ocho peñas (4.000 euros a cada una) para contribuir al mantenimiento de las bodegas subterráneas, el concejal de Turismo, Javier Rojas, advierte de que cambiará el actual formato, con el objeto de establecer un sistema de ayudas que proporcione soluciones a largo plazo «y no parches» eventuales.

Bajo esta perspectiva, el edil pretende unir todas las aportaciones en una sola cuantía que se destinará a un proyecto concreto. «Con ese dinero las bodegas podrán resolver problemas de gravedad que con 4.000 euros era imposible abordar», apunta mientras descarta ampliar la partida por el momento.

Rojas pone como ejemplo la bodega de las Caballerizas, «una de las más bonitas», y cuya rehabilitación requiere un presupuesto superior a 40.000 euros, pero hay más. «Creo que todas lo entenderán porque se trata de arreglos importantes y no de parches», sostiene. Además, la convocatoria podría extenderse por primera vez al ámbito privado y los particulares podrían sumarse, siempre y cuando abran las puertas de sus bodegas al público.

Por el momento, las ocho peñas que se ocupan del mantenimiento de ocho bodegas subterráneas recibirán el pago de los 4.000 euros, pese a los reparos de Intervención, que considera que «algunas facturas no corresponden con exactitud al proyecto presentado o que fueron entregadas fuera de plazo». «Aunque sea salteándome en ese caso la norma, vamos a admitir el pago», garantiza el edil.

Estado

Con el objetivo de conocer la situación real de las bodegas subterráneas de Aranda, la anterior concejala de Promoción y Desarrollo, Mar Chamorro, encargó un inventario que realizó la empresa Terracota Ingeniería S.L,  por 18.000 euros. Las conclusiones fueron contundentes y de las 135 bodegas visitadas, diez estaban tapadas y en otras diez no se pudo acceder por su estado semiruinoso.

En el resto, el 40%, presentaba derrumbamientos y en el 56 por ciento existían humedades. El 38%padecía además deficiencias eléctricas mientras que el 9% tenía problemas de ventilación y el 19% contaba con elementos constructivos no apropiados.