Fallece Gervasio Puerta, el alma de la Asociación de Expresos Republicanos

R. G. U. / Burgos

Cada año Gervasio Puerta acudía puntualmente a depositar un ramo de flores al pie del monumento levantado ante la antigua cárcel de Burgos en memoria de los expresos republicanos. Hoy, es este luchador antifranquista quien recibe el homenaje póstumo de sus correligionarios y herederos políticos.

Gervasio Puerta falleció el 16 de agosto a los 92 años en Madrid, donde vivía en una «casita humilde», después de toda una vida dedicada al activismo político desde la  Asociación de Expresos y Represaliados Políticos Antifranquistas (AERPA).

«Era una persona maravillosa, respiraba bondad y era un gran luchador». Así lo describe el pintor Juan Vallejo, compañero en la AERPA y autor de las ilustraciones de sus memorias, publicadas hace tres años bajo el título ‘Palomas tras las rejas’.

Puerta nació en 1921 en Milagros, donde aprendió el oficio de guarnicionero. Cuando estalló la guerra ya se había mudado a Madrid donde se empleó como repartidor en una tienda de ultramarinos. Con sólo 16 años se incorporó a filas en el ejército Republicano con el que llegó a participar en las batallas de Teruel y el Ebro. En el 1939 tras el final de la guerra se enroló en el Ejército francés para combatir a las tropas de ocupación hitlerianas. Acabó en un campo de internamiento y regresó a España donde pasó por las prisiones de Sevilla, Carabanchel y Burgos. Fue amigo de Miguel Hernández con quien coincidió en Madrid y en cuyo homenaje hace dos años en la inauguración de un monolito se dejó ver en público por última vez