Martín Berdugo resurge de sus cenizas y elaborará en Anta Banderas

LORETO VELÁZQUEZ / Aranda

Superado el trance que supuso ver arder una de sus naves, el pasado 6 de septiembre, la bodega Martín Berdugo, resurge de sus cenizas, con la ilusión intacta. «Hemos decidido elaborar este año en Anta Banderas», explica el gerente, Antonio Martín Berdugo, quien se ha decantado por esta opción tras analizar todas las alternativas. «Es el que más cerca está y tiene capacidad para elaborar sin problemas», sostiene la recordar que de los 600.000 kilos que previsiblemente recogerá de sus 87 hectáreas de viñedo, «meterá 400.000». «El resto lo venderemos», subraya agradecido con todas las bodegas y amigos que les han ayudado.

Toma esta decisión sin saber aún si los depósitos de acero inoxidable, que resultaron afectados por las llamas, se podrán recuperar. «Vamos a llevarlo a una fábrica, probablemente de Burgos, para que los evalúen», apunta mientras sigue colaborando con los peritos del seguro para cuantificar los daños de una bodega que tuvo que reforzar el sistema de seguridad tras sufrir un intento de robo.

Solidaridad

Tras el incendio, la Ribera se volcó con esta familia mostrando su lado más solidario. De esta forma, tanto el Consejo Regulador como el delegado territorial, Baudilio Fernández Mardomingo, se ofrecieron a ayudar en los trámites burocráticos y fueron muchas las bodegas las que ofrecieron parte de sus instalaciones para la vendimia. «Solo podemos estar agradecidos», por todo ello», reiteraba Antonio Martín Berdugo.

Vendimia

Junto a él, la Denominación de Origen (DO) se prepara para una vendimia que empezó con preocupación por las lluvias de la semana pasada y que a día de hoy se desarrolla con más calma, porque la amenaza del hongo Botrytis no está afectando como se temía. En este desenlace influyen dos factores determinantes: la prevención que los viticultores han aplicado en las viñas al airear y soltar los racimos, y las temperaturas, cálidas por el día, que permiten que la uva madure, y frías por la noche, que impiden que se desarrolle la podredumbre.

«Si las lluvias vuelven podría haber más problemas pero parece que vamos a tener suerte», explica el director del departamento de experimentación del Consejo Regulador, Alberto Tobes, convencido de que según los últimos resultados analíticos, la calidad de la vendimia será alta. «Como la Botrytis no está avanzando, se está vendimiando con calma, cogiendo la uva en su punto».

Bajo esta perspectiva, la Ribera se mueve. Bodegas Conde de San Cristóbal fue una de las primeras al comenzar el pasado domingo. De hecho, ayer iniciaron las tareas de recogida 92, y hoy se prevé que lo hagan otras 50.