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Más de cien prejubilados de Michelin volverán temporalmente a la fábrica

La empresa llama a los trabajadores relevados para que cumplan con el 15% o 25% de su jornada ‘en activo’, tal y como establece la ley

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Burgos

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E. NEILA / L.V. / Valladolid/ Aranda

Michelin comenzó ayer a llamar a los trabajadores prejubilados durante los tres últimos años para comunicarles que deberán incorporarse temporalmente a la fábrica para cumplir a rajatabla la normativa que regula sus contratos de relevo.

Legalmente, estos empleados deben acudir al centro del trabajo el 15% o el 25%de su jornada anual, según cada caso, aunque en la práctica, desde que se implantaron este tipo de sustituciones, la empresa condonaba ese porcentaje a los trabajadores salientes.

Ahora, a instancias de la Inspección General de Trabajo en una de las fábricas de la compañía, la dirección se ha visto obligada a dar cumplimiento taxativamente a los requisitos que marca la ley, según informaron fuentes sindicales.

La medida afecta, al menos, a más de un centenar de trabajadores en la factoría de Valladolid y a otros tantos en la planta de Aranda de Duero (Burgos). En la fábrica de Vitoria serían cerca de 200 los empleados afectados, mientras que en Lasarte (Guipúzcoa)no hay ninguno dado que allí se aplicó otra política laboral.

En concreto, deberán reincorporarse parcialmente los trabajadores nacidos en los años 1949, 1950 y 1951, es decir, los que a lo largo de este año han cumplido 64, 63 y 62 años. Los sindicatos aseguraron desconocer la cifra exacta de trabajadores en esta situación en cada una de las fábricas. La empresa, por su parte, eludió cualquier comentario sobre esta medida.

Este revés a su práctica laboral no ha gustado a los trabajadores que ya disfrutaban de esta antesala de su jubilación total, que ahora deberán regresar a la factoría entre 240 y 400 horas al año, según el cálculo de los sindicatos.

Pero además, la decisión ha revolucionado a la actual plantilla, especialmente a quienes estaban a punto de acogerse a una prejubilación, porque temen que su salida de la empresa se retrase todavía unos cuantos meses. Más información en edición impresa