El wok pierde el 66% de sus clientes, tras la muerte por intoxicación de un vecino
El propietario insiste en que son acusaciones falsas. La Junta ya descartó cualquier vinculación con el fallecimiento
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LORETO VELÁZQUEZ / Aranda
Aunque la Consejería de Sanidad descartó emprender una investigación por la muerte de un vecino de Aranda, que falleció por una meningitis por listeria el pasado mes de enero, el propietario del restaurante wok, al que la familia achacaba la intoxicación alimentaria, no levanta cabeza. «Las ventas han caído un 66 por ciento», lamenta Jianjun Lin, quien asegura que desde que abrió el restaurante, en diciembre de 2011, nunca ha tenido problemas y todas las inspecciones que ha llevado a cabo Sanidad, han sido satisfactorias.
En este sentido, y mientras muestra la cocina y el almacén, insiste en la calidad de los alimentos y en el cuidado que ponen los trabajadores por ofrecer una comida «de calidad». De esta forma, sostiene, la limpieza es exhaustiva y se pone especial cuidado en la manipulación de los alimentos. «La mayoría son adquiridos en Aranda o Mercamadrid», explica el responsable de este negocio que tiene una trayectoria de más de veinte años en el sector de la hostelería. «Mi familia tiene otros dos restaurantes en Madrid y nunca han tenido problemas».
Para Jianjun Lin, los mensajes (whatsapp) que circularon tras la muerte de Luis Sanz Barbadillo, fueron determinantes en el declive de su negocio. «Eran falsos e injustos», rechaza con la esperanza de que algún día vuelva la normalidad. Más información en edición impresa