La salud de las bodegas subterráneas, un problema común
La escasez de ayudas complica el mantenimiento de este legado histórico
LORETO VELÁZQUEZ / Aranda
Aunque las bodegas subterráneas constituyen uno de los elementos patrimoniales más diferenciadores de la zona, dando cuenta de una tradición vinícola que supera los ocho siglos de historia, lo cierto es que la poca conservación está poniendo en riesgo la pervivencia de este legado.
Muy preocupados están en Fuentespina, donde en noviembre de 2012 la lluvia provocó el hundimiento de una bodega en la calle Carranda, ocasionando daños en cinco merenderos, de los cuales tres quedaron en un estado de ruina inminente. «Los merenderos desaparecieron y en la bodega, quitamos los escombros y se rellenaron los huecos para que no hubiera peligro», explica la alcaldesa, María Josefa Mato. Más información en edición impresa