El Correo de Burgos

“Ser alcalde de pueblo pequeño quema mucho más que ser alcalde de ciudad”

Consejos y verdades de tres alcaldes de la Ribera que han decidido dar un paso atrás en las próximas elecciones

Marisa Plaza (izquierda), Félix del Cura y Montse Monje. Todos son alcaldes de pueblos de la Ribera

Marisa Plaza (izquierda), Félix del Cura y Montse Monje. Todos son alcaldes de pueblos de la RiberaLoreto Velázquez

Publicado por
Aranda

Creado:

Actualizado:

Montse Monje lleva media vida en el Ayuntamiento de su pueblo, Terradillos de Esgueva. Ha estado en total 24 años, de los cuales, los últimos 8 ha ejercido como alcaldesa con el Partido Popular. Se va cansada y con ganas de dar el relevo. “Ser alcalde de pueblo quema mucho, mucho más que ser alcalde de ciudad o de un pueblo grande, porque ellos no es que tengan un sueldo, que lo tienen, es que sobre todo tienen un equipo técnico que les hace toda la burocracia”, afirma.

En un pueblo como el suyo, de apenas 70 vecinos, la alcaldesa hace de todo y está para todo, sin horario ni calendario. Tramita el papeleo, atiende a los vecinos, reivindica ante las instituciones y hasta se subió a un tractor para repartir sal y no caer en el colapso de Filomena. “He dado el 150% pero hay personas que aun así, exigen más y no siempre es fácil”, asegura a sabiendas de que “aquí es normal que te llamen a casa a las once de la noche porque algo no funciona”. “Esto es así”.

Pese a las dificultades, Montse es un ejemplo de optimismo. “Me quedo con lo bueno, con lo que he podido hacer por mi pueblo como iluminar esta pedazo de Iglesia del siglo XII, renovar las canalizaciones de agua, participar en el programa de televisión ‘El Hormiguero’ o hacer la Padilla, que está dando muchísimo juego”, destaca agradecida al grupo de voluntarios que “siempre están” así como a la Diputación de Burgos a la que ha sentido cerca.

Se va porque sabe que llega Casilda, una joven que, como hizo ella hace años, ha decidido dar el paso por su pueblo. “¿Un consejo? Que ponga amor en la responsabilidad que va adquirir y si necesita ayuda, que la pida”.

Adrada de Haza

Marisa Plaza ha sido durante esta última legislatura alcaldesa de Adrada de Haza por Ciudadanos. Hasta 2019 ella nunca había pensado en política y menos en ocupar un sillón en la Alcaldía. “Yo entré porque pensaba que había que dar un empujón pero nunca pensé que iba a ser alcaldesa”, relata.

Hoy, a punto de celebrarse unas nuevas elecciones, Marisa da un paso atrás, pero lo hace por motivos personales. “La verdad que en 4 años te da poco tiempo a hacer todo lo que quieres y por eso mismo no descarto volver, pero ahora es imposible”.

No ha sido una legislatura fácil. La pandemia se complicó hasta el extremo en su pueblo con el cierre, por falta de personal, de la residencia Cuco del Valle. “Fueron días muy difíciles”, advierte a sabiendas de que aunque el procedimiento judicial ha liberado de culpa a la gerente, el centro no ha reabierto sus puertas.

Junto a la pandemia, han aparecido además otras urgencias a las que el Ayuntamiento ha tenido que hacer frente, como la primera fase de la depuradora o la captación de aguas, un arreglo obligado tras los cortes del verano de 2021.

 Ambas eran cuestiones que no podían esperar y que han dejado guardado en un cajón su sueño como alcaldesa: construir un centro de usos múltiples. “Era nuestro gran proyecto, porque hace mucha falta para organizar actividades en invierno, pero no ha podido ser”, lamenta.

Pese a todo, hace también un balance bueno. “Es verdad que son cosas que casi no se ven, pero el agua, la depuradora o el arreglo de la estructura de la escuela, donde los cimientos estaban cediendo, son muy importantes para el día a día de los vecinos”, apunta sin olvidar otros logros de interés como la mejora de la cobertura para ver las cadenas autonómicas o la iluminación del parque.

La depuradora, un proyecto urgente

En su gestión, reconoce, ha echado en falta un mayor apoyo por parte de las instituciones. “Es una pena pero el color político marca mucho y aquí notamos el cambio de gobierno en la Junta”, afea con la mirada puesta en la depuradora. “Hemos unido las dos salidas, pero falta acabar y no podemos esperar más. Necesitamos un convenio entre Diputación, Ayuntamiento y Junta de Castilla y León”, implora.

Para ella lo peor es el papeleo. “Yo más que recibir un sueldo como alcaldesa, que no tengo, daría ese dinero para contratar a un técnico porque todo es tan farragoso... Para hacer cualquier cosa hay que mover mil papeles”.

Tubilla del Lago

Félix del Cura, como Montse, lleva también media vida como político de pueblo. Entró con 18 años en el Ayuntamiento de Tubilla del Lago y aunque ha tenido parones, ha estado 24 como alcalde. El próximo 28 de mayo cederá el testigo a otro joven, Rodrigo, y ya lo advierte: “va a tener mi ayuda cuando lo necesite”. “Necesito descansar”, admite a sabiendas de que ser alcalde de pueblo “es hacer de todo, hasta de alguacil”.

En su opinión, el mejor consejo para el siguiente es que acostumbre a los vecinos a tratar los temas el jueves. “Si estás todos los días te quemas”.

Para él, lo mejor en este tiempo ha sido ver como poco a poco el pueblo se ha ido adaptando al siglo XXI en cuestiones como la nueva red de alcantarillado, la electricidad o la carretera que por fin está arreglando Diputación. Sin embargo, no ha podido cumplir objetivos como la cobertura telefónica “que sigue siendo pésima”. “Estas cosas son fundamentales para que un pueblo esté en cabeza o no”, concluye.

tracking