Así agrava la huelga el colapso de los Juzgados de Aranda
Abogados y procuradores exigen soluciones tras dos semanas de continuas suspensiones de vistas, sobre todo en la sección Civil del Juzgado número 1
Muy preocupados. Así se muestran los abogados y procuradores que trabajan cada día en los dos juzgados de Aranda de Duero. Y es que, a la sobrecarga de trabajo habitual por la inexistencia del tercer juzgado y la parálisis que arrastró la pandemia, se une una huelga que empezó a mediados de abril, con letrados, jueces y fiscales, y que continúa ahora con los funcionarios judiciales. “El conflicto colectivo no tiene visos de solución porque el Ministerio de Justicia no se reúne con los 45.000 funcionarios que están en huelga”, lamenta como portavoz, Rafael de las Heras, consciente de que esta situación afecta de forma determinante a Aranda con la suspensión de vistas judiciales, “muchas veces sin previo aviso”.
En su opinión, esta situación irregular limita el derecho fundamental a la tutela judicial y afecta tanto a los profesionales como a los ciudadanos.
Entrados en análisis, el funcionamiento es desigual y según explican, el mayor problema se localiza en la sección Civil del Juzgado número 1. “Desgraciadamente no funciona y no está al día”, señala el procurador, José Enrique Arnáiz, convencido de que el principal problema ahí es el personal no cualificado, otro de los retos de este juzgado.
Tercer juzgado
Todos coinciden: “Aranda de Duero necesita un tercer juzgado”. “Es un debate muy peculiar porque mientras Medina del Campo tiene veinte pocos mil habitantes y un tercer juzgado, Aranda con una comarca de casi 50.000, no lo logra. Entendemos que es una cuestión política de altos vuelos que siempre nos perjudica, en este aspecto y en casi todos”, lamenta Rafael de las Heras a sabiendas de que aunque es una iniciativa que siempre ha defendido el presidente del Tribunal Superior de Justicia; ni el Ministerio, que es el que toma la decisión final, ni la Junta de Castilla y León, que es la que tiene que iniciar la propuesta, han hecho nada al respecto. “Es una cuestión política”, zanjan.
Ante la falta de un tercer juzgado, las soluciones pasan por aumentar el personal y sobre todo, por apostar por personal cualificado. “De nada nos sirve que nos manden personal si no están cualificados”, rechaza José Enrique Arnáiz, a sabiendas de que en los últimos años, el juzgado “tiraba” gracias a los oficiales que había, pero que ahora “se han jubilado”.
Según explican, el principal problema son algunos interinos que cubren las bajas de funcionarios. “Viene personal nuevo, sin cualificar, sin preparar y eso se nota en los resultados. Mientras un juzgado está tirando 10 notificaciones, el otro está en 50. La diferencia es abismal”, alerta.
Lo cierto es que la sobrecarga de trabajo está provocando bajas y cambios de destino. De hecho, en el último año han pasado por el juzgado número 1 hasta 7 jueces distintos.
Por el momento el tercer juzgado tendrá que esperar. Según aprobó por unanimidad las Cortes de Castilla y León, el pasado mes de mayo, la petición ribereña se pospone para priorizar la creación de juzgados en Miranda de Ebro y en otras plazas como Soria, Palencia y Valladolid.