El alcalde de Aranda de Duero visibiliza el problema social del suicidio
Aumenta la preocupación por los jóvenes. Los expertos insisten en la importancia de un plan nacional de prevención
Conmocionados aún por el suicidio hace una semana de dos mujeres en menos de 24 horas, el alcalde de Aranda de Duero, Antonio Linaje, ha querido visibilizar el problema con un video de esperanza en el que insiste: “no estás solo”.
Según explica, las personas que sientan que la vida no merece la pena deben llamar al teléfono 024 o pedir ayuda en la asociación Salud Mental Aranda (teléfono 947 54 60 80). “El suicidio no solamente es una tragedia para las personas que lo sufren, para sus familias, sino para el conjunto de la sociedad”, insiste.
Provincia
"Los adolescentes se comparan con un mundo lleno de filtros y mentiras. Nadie sale triste en Instagram"
Loreto Velázquez
El alcalde de Aranda de Duero da este paso una semana después de que dos mujeres de unos 40 años de edad decidieran quitarse la vida con apenas unas horas de diferencia. Una en su casa y otra en el río Duero.
Lo cierto es que el suicidio ha sido durante años un tema tabú, pero las cifras hablan por sí solas. Cada día se suicidan en España 11 personas. El aumento es alarmante. En 2018 se contabilizaron 3.539 muertes y en 2022, la cifra subió a 4.097. “En ese dato no están todos los que son. Hay muchos casos que se camuflan en accidentes u otras causas de fallecimiento porque todavía hay mucho estigma social”, advierte la psicóloga sanitaria de Salud Mental Aranda, Sara Panero, convencida de que es indispensable un plan nacional de prevención.
Como experta, Sara valora el paso que ha dado el alcalde porque “es importante que demos visibilidad al suicidio y que la gente sepa que hay sitios donde pueden pedir ayuda”, pero, ¿Qué hay que hacer? Si el riesgo de lesión es muy alto lo primero es llamar al 112 ya que, aunque a nivel nacional no hay un protocolo común, los hospitales sí lo suelen tener.
Tomar en serio las señales
Para el entorno próximo el consejo pasa por “escuchar de forma activa y tomar en serio las señales”, como los cambios drásticos de comportamiento o estado de ánimo y las palabras que indican desesperación como “ya no puedo más”. “Hay que ofrecerle apoyo para que la persona se sienta comprendida y acompañada. Eso puede marcar la diferencia”.
No quieren morir, lo que quieren es dejar de sufrir
Otra recomendación importante es dejar de pensar que son “llamadas de atención”. “Sabemos por las personas que sobreviven a un intento de suicidio que no quieren morir, lo que quieren es dejar de sufrir”.
Si la tristeza permanece, lo mejor es buscar ayuda profesional. “Hay que tener mucho cuidado con las personas que han tenido ya intentos previos o que han pensado cómo lo harían. Cuando estructuran es peligroso”.
Durante años los medios de comunicación no publicaban este tipo de noticias para no provocar un efecto llamada, pero las asociaciones de salud mental aconsejan lo contrario. “Hay que visibilizar el problema para que la sociedad se implique. No hay que dar detalles innecesarios, pero no podemos abordar lo que no conocemos”.
Además, es necesario poner el foco en el entorno próximo, donde el riesgo de tomar la misma decisión es muy alto. “Aquí tenemos un grupo denominado ‘Efecto mariposa’ para este tipo de familiares. Es un duelo muy difícil, hay mucho trauma, mucha culpa y son emociones muy complicadas de gestionar".
El perfil ha cambiado. “El suicidio es ahora la primera causa de muerte en jóvenes de 12 a 29 años y el número va en aumento. Por eso es fundamental que haya un plan de educación nacional en gestión emocional”, defiende.
La pandemia ha sido compleja. “Los más jóvenes han perdido parte de su etapa evolutiva. Las restricciones sanitarias limitaron las relaciones sociales y fomentaron el uso de la tecnología, por lo que en general han estado más conectados pero también más aislados”.
Autolesiones
La realidad se ve en el cada vez más elevado número de personas que se autolesionan, sobre todo jóvenes. “Es un mecanismo de autoregulación muy peligroso porque no saben dónde está el límite”.
La asistencia es fundamental. “Las citas con Psicología o Psiquiatría pueden demorarse varios meses y para entonces puede ser tarde”, advierte preocupada porque en Aranda de Duero y la Ribera, los niños, adolescentes y jóvenes dependen de la Unidad de Psiquiatría de Burgos. “Están desbordados. Aquí hace falta una unidad infanto-juvenil”, apremia.
Procurador del Común
Ante el aumento de suicidios en menores, el Procurador del Común ha hecho un llamamiento a la Junta de Castilla y León para mejorar la estrategia de prevención que el gobierno regional aprobó para el ciclo 2021- 2024.
Provincia
El único servicio gratuito de atención psicológica infanto-juvenil corre el riesgo de desaparecer
Loreto Velázquez
En su informe, Tomás Quintana insistía en dar respuesta a un problema cada vez más grave entre niños y jóvenes.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y la Fundación Española para la Prevención del Suicidio, en 2021 se había registrado una cifra histórica en España de suicidios en menores de 15 años con 22 defunciones (14 chicos y 8 chicas), cuando nunca antes se habían superado 14 defunciones, produciéndose igualmente un registró histórico de suicidios en el conjunto de rangos de edad (4.003 suicidios).