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La canalización no ha resuelto el problema de filtraciones de la bodega de la peña La Amistad

La peña pide al Ayuntamiento de Aranda una mayor implicación para encontrar la fuga de agua

Peña La AmistadLoreto Velázquez

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Aranda

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Las imágenes hablaban el año pasado por sí solas. El agua corría por el suelo de las tres galerías que forman la bodega ‘La Botica Vieja’, de la Peña La Amistad. Hoy, un año después el problema está lejos de resolverse. Según explica el presidente de la peña, César Guerra, aunque se han invertido más de 7.000 euros, la gotera continúa. “No logramos dar con el origen de la fuga”, lamenta.

Lo han intentado todo. “El Ayuntamiento ha mirado con detectores. También dimos parte al seguro de la comunidad de vecinos. Vinieron y tiñeron el agua de las casas de arriba, pero aquí no llegaba teñida por lo que se descartan los edificios que hay inmediatamente encima. El departamento de Aguas se comprometió a seguir con el tema pero llevamos 8 o 9 meses sin saber nada de ellos”, afirma.

Lo único que saben hasta ahora es que el agua de lluvia no les afecta y que de la fuga llegan aguas residuales, pero los expertos no concretan qué tipo de residuos. “Lo mandamos a analizar a una empresa de Madrid”, explica a sabiendas de que todo comenzó hace algo más de un año con una pequeña gotera “que se ha ido haciendo más y más grande”.

Con parte del dinero que les dio el Ayuntamiento de Aranda de Duero contrataron a una empresa de impermeabilización que hizo un sistema de canalización. “Con este sistema se supone que no debería caer nada pero sigue cayendo agua. Hemos hecho un sumidero de metro y medio de profundidad pero se llena en pocos días. Se supone que debería ir filtrando, pero con semejante volumen no da abasto”.

El presidente de la peña La Amistad, César Guerra, en la bodega subterránea del siglo XIVLoreto Velázquez

El presidente de la peña Tierra Aranda, que celebra estos días su 50 aniversario, apuntaba como solución, para erradicar esta y otras fugas, “levantar la calle Isilla”, como única forma de preservar este legado. “Yo no sé cuál es la solución pero alguien tiene que buscar porque nosotros ya con nuestros medios no podemos hacer más”, admite el presidente de la peña La Amistad.

Abrirá en fiestas

Aunque la gotera requiere una vigilancia continua, y el vaciado del sumidero; la peña abrirá en fiestas para cumplir con la tradición. “Vamos a intentarlo, pero no descartamos tener que cerrar”.

La peña cuenta a día de hoy con 112 socios, aunque en días de fiesta puede alcanzar las 300 personas. “Aquí hacemos conciertos… de todo. Si se complica la gotera, a lo mejor nos animamos y terminamos con carreras de piraguas”, bromea.

La bodega cuenta con tres naves y está comunicada con las bodegas subterráneas de Tierra Aranda y El Chilindrón. “La gotera no afecta a ninguna bodega colindante, solo a nosotros”, puntualiza convencido de que el dinero tampoco es la solución. “Podemos hacer un sistema de canalización mejor pero el problema sigue dentro. Están circulando 400 litros diarios y aquí cae de forma continua”, insiste.

Peña La AmistadLoreto Velázquez

La Botica Vieja

Ubicada en el número 8 de la calle La Botica, la bodega del siglo XIV consta de dos galerías grandes y una más pequeña, que están unidas por la antigua bodega ‘Del Moca’, que fue recuperada por la peña La Amistad en 1992.

En su parte norte colinda con la bodega ‘El Bolo’ de la peña El Chilindrón y al este con las escaleras de bajada a la bodega del ‘Requejo’ de la peña Tierra Aranda.

En cuanto a la peña de La Amistad nació en 1977 en el seno de un grupo de amigos que formaban el equipo de fútbol, el Olimpiakos. El primer presidente fue José Ruiz. Su indumentaria en aquellos difíciles inicios se componía de camiseta y pantalón azul celeste, chaleco blanquiazul y fajín y pañuelo rojo. Nada que ver con el actual: pantalón negro, camisa blanca, chaleco granate y negro y faja de color rojizo apagado.

Tras vivir una crisis casi existencial, la ilusión de unos pocos, entre los que destacan Domingo Andrés, Marcos Gil, Ángel Huedo y Julián Cano, hicieron que la Peña volviera a recuperar su esencia. Hoy puede presumir de tener la media de edad más joven de las peñas de Aranda.