Entrevista
“Necesitamos el último empujón de las empresas para rehabilitar el retablo”
El alcalde de Villanueva de Gumiel habla de los retos del municipio
Felipe Nebreda es uno de esos alcaldes convencidos. Dirigió el Ayuntamiento de Villanueva de Gumiel cuando tan solo tenía 23 años y ahora, con 67 cumplidos, lo hace desde una jubilación que le permite dedicar cuerpo y alma. El municipio vive un momento importante y tras el éxito de una campaña de micromecenazgo está a 10.000 euros de poder rehabilitar el retablo renacentista de la Iglesia de San Mamés. “Hacemos un llamamiento a las empresas para preservar esta importante joya renacentista”, apremia.
Pregunta. Por ahora la recaudación de fondos que iniciaron a través de Hispania Nostra ha resultado un éxito: 198 donantes y 13.950 euros.
Respuesta Felipe Nebreda, alcalde de Villanueva de Gumiel-. Estamos muy agradecidos a todos los que han colaborado en la causa. Para completar, el párroco ha aportado también una cantidad de la cartilla de la Iglesia y en el Ayuntamiento estamos pendientes de recibir una subvención de 6.000 euros de Patrimonio, que ya está en teoría concedida, pero a ver cómo la podemos ejecutar porque una de las condiciones es que hagamos la obra antes del 31 de octubre y es la pescadilla que se muerde la cola. ¿Cómo vamos a empezar sin dinero? Vamos a pedir una prórroga y a ver si tenemos suerte.
P-. ¿Con la subvención cubrirían la inversión?
R-. Todavía nos faltarían unos 10.000 euros. Vamos a activar una segunda campaña dirigida a empresas, pero ya fuera de Hispania Nostra. Además estamos haciendo lotería y la verdad es que estamos muy esperanzados porque hace mucha falta.
P-. ¿Cómo está el retablo?
R-. Negro total. Como antes no había electricidad, solo había velas y el humo lo ha ennegrecido. Además hay bastante carcoma y muchos paneles están rajados. Da pena verlo, pero estamos decididos a luchar por él porque es de principios de siglo XVI, es incluso más antiguo que la iglesia y es muy bonito.
P-. ¿Cuánto lleva como alcalde de Villanueva de Gumiel y qué proyectos tiene en mente?
R-. En esta última etapa, llevo la legislatura pasada y ahora esta. Tenemos proyectos sobre la mesa importantes como la depuradora, que ya está aprobada y solo falta sacarla a licitación y empezar la obra. En este proyecto vamos de la mano del Somacyl (Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León) y la Diputación de Burgos, que financian el 80%, mientras que el Ayuntamiento paga el 20%. Según nos han dicho están esperando a sacar la licitación junto con las depuradoras de Sasamón y Milagros. Yo espero que sea inminente.
P-. ¿Qué balance hace de su último mandato?
R-. Positivo. Urbanizamos un camino, que estaba en zona urbana, para dotarlo de servicios y, gracias a eso, en cuatro años se han construido o están en proceso más de 15 casas. Es una maravilla porque es la forma de crecer. Por otro lado, lo primero que hicimos fue cambiar la salida de aguas del depósito porque era de fibrocemento, para que no estuviera contaminada. Y es que estaban cambiadas casi todas las tuberías menos una calle, pero no la línea general. Luego hicimos una pista de pádel y un pequeño gimnasio que ya tiene unos 50 socios, y también muy importante es el arreglo del Molino, que hemos convertido en un museo etnográfico, donde se explica cómo era la casa del molinero y cómo se vivía aquí antiguamente, de la agricultura, la resina y el viñedo.
P-. ¿De qué vive el pueblo?
R-. La mayoría de vecinos en edad de trabajar va a Aranda. Aquí hay una cooperativa con dos empleados y luego hay unas 400 hectáreas de viñas, pero la mayoría son de bodegas de otros pueblos. Aquí nos encantaría tener una bodega comercializadora. A ver si alguna se anima.
P-. ¿Qué más retos tiene por delante?
R-. Queremos mejorar el entorno de las bodegas, donde ya asfaltamos un camino porque los coches levantaban mucho polvo. La idea es hacer una zona recreativa para que las bodegas sigan cogiendo auge. Por otro lado, nos gustaría cubrir la pista de pádel porque en verano hace mucho calor y solo se utiliza a partir de las 21.00 horas. Luego tenemos licitado ya el arreglo del entorno del frontón, y así estamos, cuidando poco a poco nuestro pueblo.
P-. ¿Cuántos vecinos tiene Villanueva de Gumiel?
R-. 290 pero confío en que crezcamos.
P-. Hablemos de la juventud. ¿Cómo se organizan las familias con niños?
R-. Antiguamente había tres colegios, pero hace tiempo cerraron y ahora los niños van en autobús al Simón de Colonia, en Aranda.
P-. ¿Qué hace un comercial de alimentación jubilado siendo alcalde de su pueblo?
R-. Cumplir una promesa. En las primeras elecciones democráticas de 1979, la primera convocatoria quedó desierta y los jóvenes de entonces decidimos dar el paso como independientes. Al final se presentó una segunda candidatura, del CCD, pero ganamos nosotros, y como yo era cabeza de lista fui alcalde desde los 23 a los 27 años. Al final lo dejé porque aunque es un pueblo pequeño hay que dedicarle tiempo y con el trabajo no podía. Cuando lo dejé me prometí que cuando me jubilase lo retomaría y aquí estoy.
P-. ¿Con qué proyecto grande sueña como alcalde?
R-. Sería feliz si pudiésemos construir un auditorio; daría mucha vida en verano y sobre todo, en invierno. Veo el de Fresnillo de las Dueñas, el de Villalba y el de Fuentespina y muero de envidia sana, porque aquí al no haber fábricas tenemos un presupuesto muy limitado. La gente me pide una piscina pero nos endeudaríamos media vida. Hay que pensar muy bien las inversiones.
P-. Sin auditorio, ¿Cómo se organizan?
R-. Bueno, somos bastante apañados. Las antiguas escuelas, que están bastante bien porque los distintos ayuntamientos las han ido manteniendo, se utilizan para las clases de gimnasia, de yoga así como para servir de punto de encuentro para los jubilados. También hay un salón juvenil que queremos que vuelva a ser club juvenil, pero para eso necesitamos que los chicos se impliquen. En invierno está fenomenal porque tiene calefacción, televisión; pueden poner su música, pero se tienen que organizar.