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Michelin Aranda garantiza el relevo generacional con la renovación del 50% de la plantilla

A día de hoy está diseñada para que ningún puesto de trabajo imponga restricciones por edad o por género

Área de confección de bandajes en Michelin ArandaJose Ignacio Andres Neira

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Aranda

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El relevo generacional es un problema que afecta a muchos sectores, pero no es el caso de Michelin. Según explica el director de la fábrica de Aranda de Duero, Carlos Abril, desde el año 2015 se ha renovado el 50% de la plantilla, con la incorporación ya cerrada de 600 personas. La fábrica además está a día de hoy diseñada para que ningún puesto de trabajo imponga restricciones por edad o por género.

Bajo esta perspectiva, Michelin Aranda cuenta con 1.400 trabajadores y 200 más en empresas exteriores. El 26% del total son mujeres. “Cada día nos llegan más de 500 currículums para trabajar aquí”, subraya al recordar que la multinacional cuenta con el sello Top Employer y una tasa de rotación de personal inferior al 1%. “Eso da cuenta del esfuerzo que se ha hecho en transformación de las instalaciones”, añade convencido de que “las empresas son personas” y los trabajadores son “el principal valor de esta fábrica”.

A este respecto, el director recuerda el peso de una factoría que transformó Aranda de Duero como ciudad; una fábrica que se ha ido adaptando a los grandes cambios que ha ido imponiendo el mercado. Pone como ejemplo el periodo comprendido entre los años 2000 y 2010, cuando se decidió cerrar en Aranda la fabricación de las llantas metálicas. “Eso supuso un esfuerzo grande para reubicar a las 600 personas implicadas”.

El director de Michelin Aranda, Carlos Abril, ayer en un encuentro con prensaLoreto Velázquez

Hoy los neumáticos de Michelin Aranda “ruedan por todo el mundo” y la factoría produce todas las gamas del fragmento de camión del Grupo, más la particularidad del neumático de Metro, como el de París, Santiago de Chile o el aeropuerto de Madrid.

Previsiones a la baja

Pero lo cierto es que la situación no es fácil y aunque la pandemia ha quedado atrás, el 2022 y 2023 están siendo años complejos e imprevisibles. Según explica la propia presidenta de Michelin España-Portugal, Mª Paz Robina Rosat, en el presente ejercicio los volúmenes previstos son inferiores a 2022, con una tendencia a la baja en la previsión de producciones y ventas, “que se confirma”. “Confiamos en que las medidas internas de flexibilidad y adaptación a la evolución de los mercados nos permitan reducir los volúmenes de producción sin afectar al empleo”, subraya. 

En su opinión, estamos inmersos en una etapa marcada por la inestabilidad de los mercados, la inflación, los problemas de flujos logísticos y el incremento significativo de los precios de la energía y materias primas, como consecuencia del conflicto de Ucrania.

Para afrontar esta nueva situación Michelin se vio “obligado” en 2022 a incrementar los precios “para mantener el margen comercial en un contexto de incremento del coste generalizado, así como gracias a nuestra focalización en productos de mayor valor añadido”.

Esta estrategia salvó el balance del ejercicio 2022, donde aunque los volúmenes vendidos se redujeron un 4% con respecto al año anterior, las ventas en España y Portugal ascendieron a 3.137 millones de euros. “El mercado de exportación supuso un 78% del volumen total vendido, con unas ventas que aumentaron un 20% a pesar de un 2% menos de volumen”, detalla.

El resultado de explotación, influenciado por la evolución de las ventas y pese al mal comportamiento de los costes, se ha situado en 372 millones de euros, un 5,5% superior al de 2021 y “con ello hemos obtenido un beneficio neto del ejercicio 2022 de 270,6 millones de euros”.

Retos en Aranda

En sus más de 53 años de historia, Michelin Aranda se ha consolidado como un referente en excelencia operacional dentro de la multinacional, pero ahora suma un nuevo reto: sentar las bases de los nuevos productos hasta dar con el neumático del futuro. Para ello cuenta con un comité de expertos, un laboratorio de I+D y una inversión anual de 20 millones de euros. Entre los objetivos marcados destacan cuestiones de interés como la automatización, los flujos de transporte y la robotización.

La sostenibilidad marca el camino. Tanto Michelin Aranda como el resto de fábricas de la marca francesa trabajarán para llegar al año 2025 con todos procesos 100% sostenibles. Además han establecido planes plurianuales para reducir la huella ambiental y llegar a ser neutros en emisiones de CO2.