El pueblo de Terradillos de Esgueva reabre su bar gracias a Cristina Yolcelin
Los bares son un servicio esencial para mantener la vida en los pueblos pequeños
El municipio ribereño de Terradillos de Esgueva está de enhorabuena. El único bar del pueblo vuelve a abrir sus puertas, con nueva gerente y muchas ganas. Se llama Cristina Yocelin Díaz Cruz, es hondureña y llegó a España en 2013. “Conozco Terradillos porque fue el primer pueblo donde viví cuando llegué a España. Mi madre vivía aquí y la verdad me gustaba. Luego ya me fui, primero a Santoña (Cantabria) donde trabajé en una fábrica de conservas, y después a Torresandino. Ahora al coger el bar me he mudado de nuevo a Terradillos de Esgueva, donde el Ayuntamiento me ha ofrecido la vivienda municipal”, explica Cristina.
Con el Lagar de Terradillos por fin abierto, la idea es abrir todos los días menos los martes, en horario de 14.00 a 17.30 horas y por la tarde, de 19.00 a 21.00 horas, de lunes a jueves. Los viernes, sábados y domingos, la apertura se amplía de 13.30 horas hasta la una de la madrugada.
Ribera
La antigua gerente del bar de Terradillos inicia una nueva aventura empresarial
Loreto Velázquez
El contrato ya está firmado y ha empezado a funcionar. “No pago nada de alquiler, ni de calefacción o luz y por ahora estoy muy contenta, la gente está respondiendo muy bien y eso siempre se agradece”, señala.
Aunque no habrá servicio de comidas, en la barra no faltarán los pinchos pero se reservan a los vermús de los domingos. “Hay de chaka, gulas, morcilla… iré variando”, anima con la esperanza de seguir atrayendo a los vecinos de los pueblos de Pinillos, Torresandino, Cabañes o Sotillo.
Cristina coge el testigo de Carmen Zura, una mujer de origen ecuatoriano que gestionó el bar durante los últimos tres años hasta que un cambio de contrato impuesto por el nuevo Ayuntamiento impidió la renovación por falta de acuerdo. En su despedida, Carmen no escondía su tristeza por dejar un pueblo que le dio una segunda oportunidad cuando en Madrid perdió el empleo y se sentía perdida. En su caso se enteró de que buscaban gerente por redes sociales. “Yo trabajaba en un gimnasio de Madrid pero con la pandemia llegó el cierre y el inesperado despido. Me vi de repente en la nada”, explicaba a este periódico hace unos meses.
Ribera
“En el pueblo tenemos mejor calidad de vida que en la ciudad. Yo les invitaría a probar”
Loreto Velázquez
Fue su hermana, la que vive en Aranda de Duero, la que le contó la existencia del bar de Terradillos de Esgueva. “No sabía ni dónde estaba”, admitía.
Y sin embargo, Terradillos pasó a formar parte de su vida, ya que vivió y trabajó allí, pero sobre todo porque hizo grandes amigos. Hoy su vida ha dado un nuevo giro y regenta un bar en el polígono residencial de Aranda de Duero que bajo el nombre de ‘Donde Carmen’, ofrece desayunos, almuerzos y platos combinados, pero solo en horario de día, por la noche cierra.
Todos los alcaldes coinciden: el bar es un servicio esencial en los pueblos pequeños porque sirven de punto de encuentro social y se convierten muchas veces en bálsamo contra la soledad no deseada. “Sin bar no hay vida”, asegura desde Haza, el alcalde, Antonio Muñoz. Lo sabe por experiencia. Su pueblo, uno de los más turísticos de la Ribera del Duero se vio estancado por un cierre que duró un mes. Por suerte, encontró relevo y ahora está en manos de Verónica Velázquez, quien está decidida a dar lo mejor de sí misma. A sus 33 años tiene una amplia experiencia en hostelería.
En su caso su idea es abrir todos los días, salvo los lunes, que reserva al descanso. El horario está abierto a cambios. Por ahora abre a las 11.00 o 12.00 horas pero en función de la demanda irá cuadrando el calendario. Así, en verano, cuando hay más movimiento no cerrará ningún día. El establecimiento cuenta con una grandísima terraza con vistas al valle del Riaza y en el interior, con un comedor para 20 personas y un pequeño hostal con 4 habitaciones y 4 baños.
En Haza sí se come. Verónica ofrece comidas con claro estilo tradicional y casero y también hay raciones. Además está decidida a sacar partido a un horno y una parrilla que llevaban años inutilizados. En su carta destacan así platos como los asados, las carnes a la parrilla, las carrilleras y unos postres que garantiza son caseros.