Óscar Puente bloquea a Sentir Aranda como al «túnel de Somosierra»

Mientras el futuro del Tren Directo entre Madrid y Burgos con parada en Aranda de Duero sigue arrojando más incertidumbres que certezas pese a las reiteradas promesas del Gobierno central para impulsar su recuperación, parece que las reclamaciones desde la Ribera del Duero no hacen demasiada gracia a determinados responsables políticos. 

Ese parece ser el caso del ministro de Transportes y ex alcalde de Valladolid, Óscar Puente. Según denuncia Sentir Aranda, la agrupación de electores que actualmente encabeza el equipo de Gobierno en la capital Ribereña, a Puente, «por lo que sea, no le gusta que se le reclame nada». De ahí que haya decidido bloquear a la formación en X (antes Twitter). 

«Pues nada, ya tiene otra cosa bloqueada además del túnel de Somosierra», replica irónicamente Sentir Aranda ante el veto del ministro, quien no parece estar muy por la labor de arrojar luz sobre una infraestructura vital para la provincia. 

Puente llama "sinvergüenza" a una consejera

El bloqueo de Óscar Puente a Sentir Aranda se produce después de enzarzarse en otra polémica en Castilla y León desde X, su plataforma preferida para incendiar las redes sociales.

La polémica quedó servida con el "sinvergüenza" con el que el ministro de Transportes calificó a la consejera de Movilidad y Transformación Digital de Castilla y León, María González Corral, después de que ésta le acusara en La Quinta Esquina de La 8 Valladolid, EsRadio Castilla y León y Diario de Valladolid-El Mundo de "bloquear" la estación de autobuses de Valladolid.

"Hay que ser sinvergüenza, sobre todo cuando desde el Ministerio no se construyen estaciones de autobuses, ni en Valladolid ni en ningún sitio. Son ganas de embarrar por embarrar, así es el PP", asegura, a la vez que recuerda a González Corral que "cuando se da una entrevista mintiendo a sabiendas se es un sinvergüenza".

Estas manifestaciones despertaron una catarata de reproches por parte de cargos del Partido Popular y el propio Puente volvió a entrar en la refriega, sin eludir, como tiene costumbre, el enfrentamiento dialéctico más grueso.