Transportes adjudica tres meses después el empalme de la variante de Aranda con la A-11 en Soria

El ministro de Transportes, el vallisoletano Óscar Puente, llevó la licitación del tramo Langa-Aranda de la autovía A-11 al último Consejo de Ministros del año y recibió la autorización para sacarlo a licitación.

Casi tres meses después, el Ministerio ha resuelto adjudicar la obra de este tramo de 22 kilómetros, que ha sufrido largas vicisitudes que han derivado en un retraso que supera ya la década. 

De hecho, lo que hoy anuncia Transportes es la nueva versión del proyecto que ya se había comprometido para principios de 2023 en tiempos de la predecesora de Puente, Raquel Sánchez. La primera adjudicación se produjo en el año 2008 a la empresa Isolux Corsán y suponía una inversión de 68 millones de euros, pero se vio afectada por la reprogramación que aplicó por el ministro socialista José Blanco en 2011 y las obras se detuvieron después de completar menos del 5% del proyecto planificado tres años después de la adjudicación. 

Cuando volvió a entrar en programación, el tramo Langa-Aranda quedó estancado debido a la quiebra de Isolux por lo que el Ministerio tuvo que rescindir el contrato y ajustar el proyecto a través de la empresa pública Ineco. La versión definitiva del nuevo trazado no se publicó hasta el verano de 2022 y durante 2023 se fue postergando la fecha de adjudicación de las obras que fue finalmente autorizada en la despedida del año y adjuficada este 14 de marzo.

El argumento con el que Transportes explica tanto el retraso en adjudicar las obras como el enorme incremento de su coste, ya que pasa de 68 a 212 millones de euros, en «la envergadura» de una infraestructura que incorpora cuatro enlaces, lo que hizo necesario «profundizar con mayor rigor en la elaboración del proyecto de construcción», el paso previo al trámite de licitación, «que concrete la implicación de un gran número de actividades de ejecución y unidades de obra, que deben estar perfectamente definidos en cuanto a las características de materiales y condiciones de ejecución». 

A mayores, recoge las nuevas prescripciones de la Declaración de Impacto Ambiental sobre el tramo «en una zona de alto valor ecológico» en la que se levantará un viaducto sobre el río Duero que ha sido preciso coordinar con la Junta de Castilla y León y la Confederación Hidrológica.

El trazado arranca en terrenos del municipio soriano de Langa de Duero y discurre mayoritariamente por la provincia de Burgos en forma de variante de la actual N-122 con una longitud aproximada de 22,3 kilómetros que concluyen en Fresnillo de las Dueñas donde empalma con la variante de Aranda, cuyos casi 14 kilómetros de recorrido están en servicio desde marzo de 2015.

El nuevo tramo de la A-11 contará con dos carriles de 3,5 metros por cada sentido con arcenes exteriores de 2,5 metros, interiores de 1 metro y mediana de 10 metros.

A lo largo de los poco más de 22 kilómetros de recorrido, se contemplan cuatro puntos de conexión: el Enlace Langa de Duero centro, que se vincula con la carretera provincial SO-P-5001; el Semienlace de Langa de Duero oeste, que facilita la conexión entre la calzada decreciente de la autovía A-11 en dirección a San Esteban, la N-122 y la calzada creciente de la A-11 en dirección a Aranda; el Enlace de Zuzones – La Vid, que conecta con la carretera BU-923; y el enlace de Vadocondes (p.k. 28+350), que se empalma con la carretera BU-930.

Desde Transportes, se valora en un comunicado que este paso administrativo supone un nuevo impulso para el desarrollo de la autovía que vertebrará los movimientos de la mitad norte de la península en dirección este – oeste, conectando Soria con Valladolid y Zamora, y continuando el corredor a través de la carretera N-122 hasta la frontera con Portugal.

Así, los vecinos de Aranda de Duero y de las poblaciones limítrofes podrán viajar por autovía hasta Soria cuando finalicen las obras que unirán la salida de la variante de Aranda en Fresnillo de las Dueñas con en final en Langa de Duero de los tramos sorianos ya en servicio. Sobre el papel, la obra cuenta con un plazo inicial de ejecución de 48 meses.

A mayores, cabe recordar que el pasado mes de agosto el Ministerio de Transportes adjudicó a la empresa Copcisa un contrato por valor de 15,75 millones de euros para la conexión de la Autovía del Duero con la carretera N-122 en la localidad burgalesa de Castrillo de la Vega.

En territorio soriano se han puesto en servicio desde 2019 55 kilómetros de la Autovía del Duero, tras la finalización del tramo El Burgo de Osma-San Esteban de Gormaz en julio de 2023.