El Pleno aprobará hoy los presupuestos del año con el apoyo del PSOE

Hoy es el día. Tras muchos meses de negociaciones y discrepancias, el pleno de Aranda dará luz verde a los presupuestos del año. El equipo de Gobierno de Sentir Aranda contará finalmente con el apoyo del PSOE. Sin embargo, el retraso de más de cinco meses dejará su huella y como tradicionalmente ocurre en Aranda, será imposible ejecutar todas las inversiones proyectadas. “Entrará en vigor a principios de julio por lo que no dará tiempo a todo”, admite el concejal de Hacienda, Guillermo López Leal.

Pese a la tardanza, el equipo de gobierno centra la prioridad en unos presupuestos que son necesarios, tanto para pagar los contratos ya firmados, como para afrontar inversiones necesarias, enfocadas sobre todo a un mantenimiento que “lleva tiempo sin hacerse”. “Con estos presupuestos queremos arreglar calles, que es primordial, así como muchas pequeñas inversiones que hacen mucha falta como actualizar la Casa de Cultura, la Biblioteca o para incrementar en más fines de semana el programa de ocio juvenil, para que también pueda desarrollarse en las vacaciones de Navidad o Semana Santa”, señala sin olvidar el fin de obra de los Jardines de Don Diego o la rehabilitación del Centro de Arte Joven, cerrado por el mal estado estructural. “Son solo seis meses, pero vamos a ver hasta dónde podemos llegar”, advierte, decidido a acelerar más el procedimiento de cara a los presupuestos de 2025.

Según el acuerdo que han alcanzado con el PSOE, el equipo de gobierno renuncia a una de las premisas que en principio eran inamovibles: la liberación inicial de cuatro concejales y la creación de dos puestos de libre designación, que luego quedaron en un último planteamiento de un concejal liberado y un puesto de confianza. “Para nosotros era y es importantísimo pero no ha quedado otro remedio”, subraya.

A cambio ambas partes se comprometen “a empezar de manera inminente” y una vez aprobados los presupuestos, las negociaciones para una nueva propuesta que intentará contar con el consenso del resto de grupos de la corporación.

Además, a petición del grupo socialista, el equipo de gobierno acepta tratar en dicha negociación la modificación de las asignaciones de la oposición, teniendo en cuenta las propuestas realizadas por los distintos grupos municipales a lo largo de los últimos meses de conversaciones. Todavía no hay una cifra sobre la mesa pero la idea del PSOE es que todos los concejales, independientemente de si están en la oposición o en el gobierno, cobren lo mismo por asistir a los plenos y a las comisiones. La primera reunión tendrá lugar al día siguiente de las elecciones europeas. “Nuestra intención es hacer propuestas parciales que se puedan ir llevando a pleno porque ese ‘uno más uno’ debería salir más pronto que tarde”, apremia el concejal de Hacienda, Guillermo López Leal.

La enmienda transaccional que presentará el equipo de gobierno de Antonio Linaje para lograr el respaldo socialista incluirá además una reducción en la partida destinada a la compra de un local en el barrio de Santa Catalina e incrementos en la partida de subvenciones nominativas destinadas a asociaciones vecinales, Asociación Mujeres Progresistas y Asociación Amas de casa. El acuerdo incluye por otro lado la creación de partidas de inversiones para la plaza del Mediterráneo, la sustitución del suelo del parque infantil de la plaza Sorolla y el alumbrado de la carretera al complejo deportivo Juan Carlos Higuero.

Para cerrar el acuerdo, el PSOE impuso una última condición que no ha gustado en absoluto al Partido Popular. Y es que, el equipo de gobierno se compromete a informar al grupo municipal socialista de cualquier otra propuesta de acuerdo sobre el presupuesto que se negocie con otros grupos municipales, “a fin de obtener su visto bueno para poder aprobarse”. “El veto de partido socialista hace inviable un acuerdo transversal para el Presupuesto 2024”, rechaza el Partido Popular, que ya lo anuncia: no votará a favor.

Según argumenta la portavoz, Cristina Valderas, pese a haber mantenido conversaciones “hasta este domingo” con el actual equipo de gobierno, para encontrar puntos de encuentro que permitiesen ampliar el acuerdo que Sentir Aranda había alcanzado con los socialistas, “la oposición y censura de estos segundos a que ninguna otra formación pueda aportar y mejorar el documento ha sido un obstáculo insalvable que defrauda a quienes interpretan la política como un ejercicio de servir a los ciudadanos y no a intereses particulares o partidistas”.

Sobre la mesa quedan proyectos que el PP había negociado con Sentir Aranda y que “indiscutiblemente iban a mejorar la inversión en calidad de vida en nuestra ciudad”, como adquirir un local en la calle Valdolé para impulsar acciones “muy demandas en la zona Allendeduero y Polígono o la incorporación de una partida para iniciar el proyecto de unas instalaciones que pudieran acoger a colectivos que desarrollan actividad en el ámbito social”.

Dicho esto, el Partido Popular insiste en la importancia de garantizar la legalidad de los presupuestos. “Apelamos a que el equipo de gobierno encuentre una solución legal para incorporar el documento de plantilla que exige el procedimiento de aprobar los Presupuestos, acorde a la legislación, para evitar que sean recurridos con las consecuencias que se pudieran derivar de una decisión que sería inaceptable”, apremian convencidos de que la “hipotética entrada del Partido Popular en un acuerdo más transversal, en nada hubiera modificado las pobres exigencias realizadas por el Partido Socialista, que ha renunciado en la forma y en el fondo a todo lo que ha defendido en los últimos meses”.

El PP se muestra rotundo. “Rechazamos de forma categórica que en las exigencias del PSOE figuren subvenciones para colectivos afines a su agrupación política como es el caso de la Asociación de Mujeres Progresistas, excluyendo a otras muchas agrupaciones, así como la exigencia de tratar en las negociaciones sobre liberaciones la modificación de las asignaciones de la oposición", censuran.

En su opinión, ha primado para el PSOE “un afán desmedido de protagonismo para adjudicarse un papel dialogante que no ha sido real, un desprecio por la transversalidad de los acuerdos que exhibe un talente excluyente y una defensa muy firme de sus intereses partidistas que han prevalecido por encima del interés de la ciudadanía”.