Gumiel de Mercado pide ayuda para proteger del derrumbe a sus bodegas subterráneas

Más allá de la devastadora granizada del domingo, que sin duda dejó su rastro en el campo y en las edificaciones, las intensas lluvias de este año están haciendo mella en el entramado de bodegas subterráneas de Gumiel de Mercado; una red de más de 3 kilómetros de patrimonio en diferentes niveles, que cuenta con 69 lagares y 106 bodegas catalogadas, la mayoría de gran tamaño. “Hemos tenido varios hundimientos y nosotros, solos, no podemos con ello. Necesitamos ayuda”, implora el alcalde Pedro Gómez.

Y es que, con dos hundimientos principales, el objetivo prioritario es ahora evitar el efecto cadena y proteger a las bodegas colindantes y las que se encuentran en tramos inferiores del subsuelo. “Ha sido un año de mucho agua y eso va muy bien para el campo, pero debilita todo el conjunto de bodegas, porque al ser un terreno arcilloso-arenoso, todo va bien si la humedad está controlada, pero si hay mucha, se deshace”.

Los principales derrumbes afectan a dos bodegas icónicas: la de Los Escolares y la de Beltrán. “Son bodegas muy emblemáticas y lo peor es que están afectando a bodegas inferiores como Zurriaga I y Zurriaga II. Se ha hecho un estudio con geólogos y ahora estamos buscando una empresa para el arreglo y el refuerzo”.

A diferencia de las bodegas Zurriaga y Beltrán donde las naves son recuperables, el panorama se complica en la Bodega Los Escolares, que habría que reformar de arriba abajo. Especial inquietud despierta el desmoronamiento de una de las zarceras, o como allí se llaman, ‘cerceras’. “Desde luego vamos a recuperarla porque era una preciosidad”.

La reparación del hundimiento costará unos 5.000 euros pero para la recuperación de la cercera el alcalde confía en que se pueda hacer con los trabajadores municipales o incluso con la colaboración de los vecinos.

Ordenanza

Decididos a preservar su patrimonio histórico más diferenciador, el Ayuntamiento de Gumiel de Mercado aprobó el año pasado una ordenanza exigente que obliga a los titulares o usuarios a hacerse cargo de la restauración. En el caso de que no se lleve a cabo en la zona pública del Cerro del Castillo, el Ayuntamiento abre la posibilidad, ante “síntomas de claro abandono”, de recuperar la titularidad y ponerla a disposición de una bolsa de bodegas a la que puedan optar grupos, familias, empresas o personas. “Por claros síntomas de abandono entendemos que carezca de puerta o que esté llena de basura, como hay unas pocas”, advierte.

A sabiendas del coste que implica una rehabilitación así, sobre todo en este tipo de bodegas de gran tamaño, el Ayuntamiento va a habilitar una partida de ayudas cuya cuantía se decidirá en cuanto cuadren las cuentas de los Presupuestos. “Al final el dinero lamentablemente es finito”, puntualiza con la mirada puesta además en las ayudas que la Diputación de Burgos va a dar para patrimonio. “La verdad es que esto nos desborda completamente”, lamenta.

Los estragos de las lluvias se extienden a muchas viviendas, sobre todo las que están abandonadas o son de adobe. “Me temo que veremos más hundimientos”.