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Salud Mental defiende la importancia de contar con una unidad de psiquiatría infantil en Aranda

Entiende que sería bueno para las familias, los menores y también para reducir las listas de espera

En la imagen, la psicóloga, Blanca Cuesta, con la responsable del Servicio de Apoyo Psicológico, Familiar y Mujer de Salud Mental Aranda, Alba OrtizLoreto Velázquez

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Aranda

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Con una lista de espera que no para de crecer, Salud Mental Aranda insiste: la Ribera necesita una unidad de psiquiatría infantil. “Sería bueno para todos”, asegura Blanca Cuesta, psicóloga del Servicio Infanto-Juvenil de Salud Mental Aranda.

A día de hoy, el único servicio gratuito que tienen las familias afectadas de Aranda de Duero y la Ribera lo ofrece Salud Mental Aranda, gracias a un convenio de financiación con el Ayuntamiento, pero solo hay atención psicológica. Los casos más graves tienen que desplazarse a Burgos, donde se encuentra la única unidad de psiquiatría infantil de la provincia. “Si bien es verdad que la coordinación con Burgos es buena, el hecho de ir hasta allí no es fácil para muchas familias, porque no todo el mundo tiene las mismas posibilidades, y a veces la distancia puede echarte para atrás”, analiza Alba Ortiz, responsable del Servicio de Apoyo Psicológico, Familiar y Mujer de Salud Mental Aranda, convencida de que una unidad específica en la Ribera ayudaría a reducir la lista de espera de Burgos y agilizaría unas consultas que muchas veces no pueden esperar.

Hasta ahora, la Consejería de Sanidad ha rechazado siempre la iniciativa, argumentando falta de especialistas médicos, pero tanto familias como expertos coinciden: “hay que acercar más la salud mental”. “Esperamos que llegue”, confía Blanca Cuesta.

El programa de Salud Mental infanto-juvenil de Aranda cumple este año su cuarta edición. Aunque en un primer momento surgió gracias al apoyo de Fundación Alcampo, el Ayuntamiento de Aranda de Duero recogió pronto el testigo con un compromiso que han mantenido los dos últimos gobiernos. “Estamos muy agradecidos".

Según explican, el programa está funcionando muy bien, los jóvenes y niños están participando y las familias se sienten más amparadas. A día de hoy, atienden a más de 50 jóvenes, pero la lista de espera crece por momentos. “Nos gustaría hacer más y tratamos de aminorarla, pero es cierto que priorizamos la atención de calidad”, asegura Alba Ortiz.

Desde la asociación lanzan un llamamiento a las familias afectadas, para que pidan ayuda y rompan barreras que todo lo complican como la vergüenza o el miedo. “Aquí hay absoluta confidencialidad”, garantizan sin olvidar la necesaria atención que debe tener el entorno del menor. “Tenemos que estar pendientes de señales, y si algo va mal, pedir ayuda”, señalan sin olvidar la prevención y el apoyo emocional, dos cuestiones fundamentales. “Hay que saber escuchar”, aconsejan.

Aumento de suicidios

En el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, Salud Mental Aranda recuerda unos datos que estremecen. En España fallecen por suicidio 11 personas al día. En total, en el año 2022 fallecieron por este motivo 4.227 personas, más del doble de las que fallecen por accidentes de tráfico. Además es la primera causa de muerte en la juventud española, concretamente en personas con edades comprendidas entre los 15 y los 29 años. “Por esta razón, la Federación de Salud Mental, nuestra Federación de Castilla y León, ha lanzado también un proyecto junto con la Fundación Mutua Madrileña, que se llama ‘Segundas Oportunidades’, con el objetivo de analizar las buenas prácticas y las áreas de intervención de cada una de las asociaciones”, apuntan.

Un durísimo duelo

Aunque el principal esfuerzo se centra en prevenir las conductas suicidas, la salud mental también trata a esos familiares que tienen que enterrar a su ser querido por este motivo. “Es uno de los peores trances”, aseguran las psicólogas. Para ayudar a estos padres, madres, hermanos, abuelos, primos o amigos desesperados, Salud Mental Aranda creó hace tres años el grupo ‘Efecto Mariposa’; un espacio “seguro” donde estos familiares comparten experiencias y alivian la carga emocional, recibiendo el apoyo profesional necesario. “A excepción de agosto, se reúnen una vez al mes durante dos horas y media”, animan desde la asociación, abiertos a cualquier persona que se quiera sumar. Es también gratuito.