El alcalde de Milagros no dimite. “La apertura de la planta de biogás depende solo de la Junta”
El regidor asegura que la factoría no conllevará molestias pero los vecinos piden su renuncia
La puesta en marcha de una planta de biogás ha abierto una brecha sin precedentes entre una parte mayoritaria de vecinos del pueblo de Milagros y el que ha sido su alcalde durante las últimas tres legislaturas, Pedro Luis Miguel Gil.
Mientras los primeros piden su dimisión, y la de la corporación, al entender que están apoyando la apertura de la polémica factoría, el primer edil se defiende: “Que yo dimita no va a cambiar nada. La decisión de que abra o no, no depende del alcalde ni del Ayuntamiento; depende únicamente de la Junta de Castilla y León”, zanja a sabiendas de que la administración regional se pronunciará en los próximos días, una vez se hayan analizado las alegaciones presentadas.
Pero lo cierto es que las manifestaciones y los continuos reproches que recibe están haciendo mella en el alcalde. “Claro que me afecta. Lo fácil sería dimitir, que lo estoy deseando, pero lo haré en cuanto pueda. No voy a abandonar, al menos hasta que terminemos lo que hemos empezado: cosas muy importantes para Milagros, como una buena plaza pública y la reconstrucción de la casona de Vela Zanetti, un proyecto muy bonito en el que se podrán hacer grandes cosas”.
El alcalde insiste en defender la llegada de una empresa que no solo puede revitalizar un polígono que lleva años sin crecer, sino que también va a suponer un ingreso extra en las arcas municipales y beneficiará a la propia restauración de la casona de Vela Zanetti, porque “se han comprometido”. “Estamos hablando de un proyecto de un millón de euros”, recuerda.
A diferencia de los vecinos que consideran que la planta traerá problemas de olores y salubridad, el alcalde asegura que está completamente convencido de que “no habrá molestias”. “No va a oler y, según los datos de la propia empresa, moverá 14 camiones diarios. No hay nada ilegal; si lo hubiera, la Junta lo echaría para atrás”, afirma sorprendido de que la plataforma ciudadana no se haya personado en el expediente ni haya presentado ningún informe técnico que eche atrás el proyecto.
Su llegada, añade, ayudará además a reducir el coste que supone cada año el polígono al Ayuntamiento. “Desde 2015 hemos afrontado un coste de un millón y pico de euros”, señala, mientras pone como ejemplo el arreglo de bombas porque no vierte las aguas en condiciones. “Un millón y pico de euros es mucho dinero para un Ayuntamiento que normalmente cuenta con un presupuesto anual de 500.000 euros”.
Los datos, señala, “son los que son”. El polígono cuenta únicamente con 4 empresas. “Hay 39 parcelas disponibles, pero no hay forma. Yo lo he intentado todo, pero hasta ahora solo han venido vendehúmos o especuladores”.
Aunque la mayor parte de la propiedad pertenece a la familia Rojo y a la Caixa, el Ayuntamiento tenía dos parcelas. La primera la dedicó a un centro de empresas y la segunda se la vendió a la empresa de la planta de biogás, Five Bioenergy. “Es verdad que vendimos la parcela barata, pero lo que intentábamos era que el polígono se desarrollase. El dinero venía después”, subraya, sin olvidar los impuestos.
En cuanto al tenso pleno que se vivió en la última sesión, el alcalde toma nota y no permitirá que hablen. “Si quieren, organizaremos una reunión con la Policía y la Guardia Civil, pero es primordial que mantengamos el respeto”, urge.
En el pueblo, el ambiente está caldeado. En la última manifestación, hubo pancartas en las que se podía leer ‘No es energía verde’, ‘Blanqueo de dinero’ y un mensaje claro al alcalde y los concejales que forman el gobierno local: “Exigimos públicamente la dimisión de la corporación municipal, debido a su falta de transparencia y su gestión negligente en temas que afectan directamente a la comunidad, como la implantación de macroplantas de biogás”.
La concentración contó con el apoyo de la plataforma ‘No a la Planta de Biogás en Cubas’, así como de vecinos de Fuentemolinos y Fuentelcésped. el úlrimo paso tuvo lugar el 14 de septiembre con una manifestación en Madrid.