"Vamos a recuperar nuestras riberas de los ríos como espacio de ciudad"
El Ayuntamiento de Aranda inicia la construcción de dos rampas de acceso a los ríos Duero y Arandilla
Convencidos de que Aranda de Duero debe vivir de cara a los ríos, "y no de espaldas", el Ayuntamiento acaba de iniciar la construcción de dos nuevas rampas de acceso a los ríos Arandilla y Duero. Según explica el concejal responsable del área de Medio Ambiente, Carlos Medina, esta iniciativa facilitará el acceso de embarcaciones ligeras con fines deportivos, recreativos y de seguridad, y dará respuesta a una de las principales demandas del club deportivo Espeleoduero y de organismos de seguridad como los bomberos. "Vamos a recuperar nuestras riberas de los ríos como espacio de ciudad", afirma el alcalde.
Las obras, presupuestadas en 7.871 euros, estaban previstas el año pasado, pero, "por diversas circunstancias, no pudieron comenzar hasta el invierno". Las condiciones meteorológicas dificultaron el trabajo en determinadas épocas y, en verano, la empresa encargada no estuvo disponible. Ahora las obras ya han comenzado y se espera que concluyan pronto. "Este proyecto forma parte de una serie de medidas que buscan mejorar la relación de la ciudad con el río, apostando por la recuperación de sus márgenes como espacios públicos", apunta, convencido de que estas actuaciones ayudarán también a preservar el medio ambiente.
Con este objetivo, el Ayuntamiento también trabaja en un plan de sostenibilidad turística, financiado con fondos europeos, para mejorar el estado de la vegetación y los márgenes de los ríos. “Ahí vamos a realizar diversas obras para mejorar el estado de la vegetación y los distintos recorridos de los ríos”, añade.
Desde el club deportivo Espeleoduero celebran la noticia, pero no olvidan el resto de reivindicaciones, como la inclusión de la limpieza de cauces de ríos en el futuro concurso del servicio de Parques y Jardines; la limpieza periódica del GR-14 o el alumbrado desde el puente de Bigar hasta la estación de bombeo, entre otros. "Sé que nos enviaron una carta antes de las vacaciones. Lo estamos estudiando, valorando, y en cuanto sea posible os daremos respuesta y veremos cómo se puede abordar”, contesta el concejal de Izquierda Unida.
De momento, dice, han cumplido dos de las peticiones: las citadas rampas y también la de recuperar el convenio que tenían con el Ayuntamiento, algo que se hizo el año pasado. “Siempre estamos dispuestos a sentarnos a conversar con los diferentes colectivos, especialmente con los que tienen trayectoria y que son referentes para esta ciudad”.
El interés se extiende al GR-14, un sendero de gran recorrido que, desde 2018, está descatalogado por falta de mantenimiento. En los últimos años los desprendimientos han sido continuos, aunque en este momento no hay ningún tramo cortado en la ruta arandina.
Según explicó el concejal, Carlos Medina, tras la reunión que mantuvo en verano con el Ministerio de Medio Ambiente, gracias a la mediación de la Mancomunidad de Municipios Ribereños, no pierde la ilusión de volver a ponerlo en valor. “Tuvimos la oportunidad de exponer el problema que estamos teniendo, no sólo en Aranda, sino en todas las localidades con la falta de mantenimiento y los daños que se vienen presentando, y tenemos esperanza. Creo que la voluntad de la Junta, y así parece también la del Ministerio, va en esa dirección”.
La verdad es que la solución no es fácil. El recorrido por esta joya natural fue diseñado hace 16 años con fondos públicos. Discurre por Castilla y León, siguiendo el itinerario del 'Camino Natural la Senda del Duero', desde los Picos de Urbión, en la provincia de Soria, hasta el muelle fluvial de Vega de Terrón, en la provincia de Salamanca, donde el río cruza la frontera y entra en Portugal. Son 755 kilómetros de sendero que discurre por tres denominaciones de origen: Ribera del Duero, Toro y Arribes del Duero.
Según el acuerdo inicial, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente financiaba la ejecución del sendero, mientras que la Junta de Castilla y León aportaba el suelo y asumía la ejecución y los proyectos de conservación, bien directamente o a través de los ayuntamientos afectados. Sin embargo, entre unos y otros apenas se han desarrollado labores de conservación.