“Cuando te jubilas, ayudar a los demás es una gran opción”
Con 76 años Marcelino Gonzalo es uno de los voluntarios de Protección Civil Aranda
No cobran un céntimo, pero saben que cumplen una función esencial. Son los voluntarios de Protección Civil Aranda, y es el caso de Marcelino Gonzalo. “Yo tenía un comercio de calzado y, cuando me jubilé, vi que todavía podía ser útil, y la verdad es que me encanta ayudar a las personas”, asegura con la mirada puesta en momentos especialmente duros como fue la pandemia y su papel en la vacunación.
Tras 9 años de dedicación altruista, Marcelino ha tenido que dar un paso atrás, porque la ley no permite voluntarios en Protección Civil que superen los 75 años, y él ya tiene uno más. Sin embargo, sigue ayudando en lo que puede: “Hago recados y lo que me piden”.
Lo tiene claro: es una experiencia que merece la pena ser vivida. “Cuando te jubilas, ayudar a los demás es una gran opción, y yo desde luego lo recomiendo, tanto a los prejubilados como a los jubilados que se encuentren bien”.
Y es que no solo ayudan a los demás, también aprenden cosas muy prácticas, como primeros auxilios, afrontar un incendio o hacer una reanimación cardiopulmonar. “Es algo que debería aprender la gente, porque puede salvar vidas”.
De estos 9 años de trabajo intenso, Marcelino se queda con “poder haber ayudado y, sobre todo, con mis compañeros. Son buenas personas y hemos formado una familia”, agradece sin olvidar al jefe. “Los voluntarios ponemos nuestro granito de arena, pero Protección Civil Aranda funciona gracias a José Luis. Es un hombre capaz, mete muchísimas horas y espero que algún día se le reconozca como merece”.
Algunas distinciones ya le han llegado. Hace dos años, el jefe de la agrupación fue condecorado con la Cruz de Bronce, que otorga la Asociación Nacional de Agrupaciones y Asociaciones de Protección Civil de España por sus dos décadas de servicio.
Lo cierto es que el papel de Protección Civil Aranda es fundamental para garantizar, entre otras cosas, la seguridad. Más allá de eventos culturales y deportivos, ayudan, siempre que son llamados, a los servicios de emergencia como Bomberos, Policía y Guardia Civil. Están preparados para derivar el tráfico, realizar primeros auxilios y colaborar en la búsqueda de desaparecidos. También colaboran ante nevadas y eventos meteorológicos excepcionales.
En estos momentos, la agrupación cuenta con 30 voluntarios y 5 personas en prácticas. “Lo ideal sería contar con 40 voluntarios, así que animamos a todo el que quiera ayudar”, apremia el jefe, José Luis García, mientras deja claro que no hay un perfil concreto de voluntario. “Solo hay que tener ganas de aprender y ser comprometido, porque al final son muchas horas y casi siempre en fin de semana”.
Nueva sede
Protección Civil Aranda vive además un momento importante y, tras veinte años en el viejo edificio conocido como la Casa de los Maestros, prepara una mudanza que se materializará en unos meses. Aunque, en un principio, la agrupación llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Aranda para trasladarse a la Casa de la Juventud, en la Avenida del Ferial, ha habido un cambio de planes y finalmente irán a un local que va a alquilar el Consistorio.
Ribera
“Nos unimos para ayudar más y mejor a las personas vulnerables de Aranda y la Ribera”
Loreto Velázquez
Según explica el concejal del área, Juan Manuel Martín Abad, el jueves se abrió el último sobre de las cuatro ofertas que hay sobre la mesa en el proceso de licitación, y en los próximos días se realizará la comparativa para adoptar la decisión definitiva. “Lo que sabemos es que el nuevo espacio será grande, no menos de 300 metros cuadrados, y solventará los problemas de accesibilidad que tenemos ahora por estar en un primer piso, ya que estará en una planta baja”, celebra José Luis.
Antes de pensar en mudanzas, hay que esperar a que se realice una obra que deberá diferenciar entre la sala de formación, los almacenes y los vestuarios. “Aquí, cuando no tenemos servicio, organizamos formaciones”, señala convencido de que la actualización debe ser continua.
Su calendario es intenso. Trabajan casi todos los fines de semana del año y colaboran cuando son llamados por los cuerpos y fuerzas de seguridad, pero hay momentos especialmente delicados como las Fiestas de Aranda, donde este año contabilizaron 528 horas de trabajo o Sonorama, con 840 horas y 119 efectivos movilizados en esos cinco días de festival. “Dado el volumen de gente que se mueve en este tipo de eventos, Protección Civil suele contar con la ayuda de compañeros de otras zonas”, agradece.
Así ocurrió en el último Cañonazo, que contó con las agrupaciones de Toro, Baltanás, Cuéllar, Béjar y asociaciones de Villamuriel de Cerrato y Valladolid, así como compañeros de la Agrupación de Getafe (Madrid) y de otras agrupaciones amigas. “La Agrupación está para ayudarte, no subestimes nuestro trabajo; algún día podríamos hacerte falta y da por hecho que ahí estaremos”, termina.