Silencio y devoción acompañan al Nazareno en su Vía crucis
Tras cuatro años sin salir a las calles de Burgos, el Vía crucis penitencial partía de San Lesmes con las tallas de la Crucifixión del Señor y el Cristo Negro como protagonistas
Después de cuatro años sin pisar la calle, el Vía crucis penitencial salía de la iglesia de San Lesmes con los pasos de la Crucifixión del Señor y el del Cristo Negro como protagonistas. Un protagonismo que las tallas compartieron con el silencio y el respeto que cofrades, fieles y devotos mantienen durante todo el acto.
El Cristo Negro abría paso y esperaba a la talla del Cristo crucificado en la Plaza de San Juan con el himno a España de fondo. Una vez las dos imágenes estuvieron fuera de la iglesia comenzó el Vía crucis y arrancaba así el recorrido por las catorce estaciones.
La procesión continuó por la calle San Lesmes y calle Vitoria, después siguió por la Plaza del Mío Cid, la calle Santander y la calle San Juan, encaró el Arco de San Juan y cruzó el puente de San Juan para regresar de nuevo a San Lesmes. Organizada por la Cofradía de Jesús Crucificado y del Santísimo Sacramento, en ella participan miembros de las cofradías y hermandades penitenciales de toda la ciudad.
Este camino espiritual que hace un recorrido por los diferentes momentos vividos por Jesús de Nazaret desde su prendimiento hasta su crucifixión, sepultura y posterior resurrección contó con el acompañamiento de las notas interpretadas por la agrupación musical de Jesús Crucificado y del Santísimo Sacramento de San Lesmes.