Aranda recupera su Bajada del Ángel
La pequeña Ana Maté del Pozo quita el luto a la Virgen en la Bajada del Ángel, que volvió a celebrarse en la plaza de Santa María de Aranda de Duero tras dos años de pandemia
La pequeña Ana Maté del Pozo, de cinco años y medio, protagonizó ayer en Aranda de Duero la tradicional Bajada del Ángel, el evento estrella del Domingo de Resurrección en la ciudad donde un menor sobrevuela el cielo para anunciar a la Virgen de la Misericordia que su hijo ha resucitado. Tras dos años sin poder celebrarse con normalidad por la pandemia, el ángel volvió a quitar el luto a la madre de Jesús en la plaza Santa María ante la mirada de cientos de ribereños y visitantes.
De esta forma, las inmediaciones de la iglesia arandina volvieron a ser protagonistas de este día gracias a un evento declarado Fiesta de Interés Turístico Regional. La Cofradía de las Misericordias y de las Candelas fue la encargada de llevar a cabo la Bajada del Ángel, que con los años se ha consagrado como una de las actividades más representativas de la Semana Santa en la Ribera del Duero.
La cita era muy esperaba en la ciudad porque en 2020 no pudo llevarse a cabo y el año pasado las restricciones sanitarias obligaron a celebrarlo en el interior de la iglesia y con aforo limitado. Allí tuvo lugar una escenificación, con el ángel quitando el velo a la madre de Jesús y avisándole de la resurrección de su hijo.
Tal y como marca la tradición, la pequeña Ana se introdujo en el globo de color azul y blanco que, por medio de un sistema de poleas se colocó en el medio de la plaza. Unos segundos después el globo se abrió y la niña descendió hasta la Virgen para retirar el manto negro que portaba, logrando así su reencuentro con Cristo Resucitado. Sin embargo, tal y como recoge Ical, el proceso sufrió un problema técnico a causa de los enganches de seguridad que unían a la menor y su globo, por lo que necesitó ayuda para desprenderse de él y poder descender.
Después, con la ayuda de los cofrades, el ángel tocó tierra y presidió la procesión que recorre las calles de la villa para volver después a la parroquia. El acto contó con la asistencia de la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, y del subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente.