CRISIS DE LA MINERÍA
La crisis minera liquida a la Hullera
La industria comunica su liquidación ante «el silencio de las administraciones a las propuestas de apoyo» y la «profunda frustración» por no superar las «rigidas barreras» administrativas
Los trabajadores de la Hullera, en una imagen de archivo durante un encierro para defender el futuro del carbón.-ICAL
Más de 120 años de historia. Eso es lo que la crisis de la minería está a un paso de llevarse por delante con la liquidación de la Hullera Vasco-Leonesa (HLV).
La empresa minera comunica, a través de un Hecho Relevante ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la «solicitud de apertura de la fase de liquidación» en el que habilita al presidente de la sociedad a que «adopte las medidas necesarias para su ejecución, entre ellas, la emisión de las oportunas certificaciones hasta completar los trámite de extinción de la sociedad».
Lo que se pretende con este proceso liquidador, según detalla el Hecho Relevante de la Hullera, es «favorecer una salida lo menos perjudicial para los interses de los trabajadores y acreedores de la sociedad».
A la hora de señalar culpables de este proceso liquidador, aprobado por la unanimidad del Consejo de Administración de la Hullera con la presencia de todos sus miembros y del administrador concursal, desde la minera se señala a las «imposiciones legales» y a las «políticas energéticas articuladas por las administraciones y las eléctricas».
Dos situaciones que fueron las que motivaron la presentación del concurso de acreedores, primero, y ahora la liquidación. Todo ello provocado por «los efectos del plan de cierre de la minería del carbón impuesto por la Unión Europea», a partir de 2018 y con la obligatoriedad de devolver las ayudas recibidas hasta esa fecha para toda la industria del carbón que quisiera continuar.
Pero no es Bruselas la única responsable de la paralización total y el cierre de las explotaciones minera. La Hullera mira hacia el Gobierno central y califica de «restrictiva e ineficiente» la aplicación de este plan de cierre por parte de las autoridades españolas.
Un Gobierno que con su ministro de Industria, José Manuel Soria, a la cabeza viene haciendo caso omiso al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, que le reclama la apuesta decidida por el carbón y el pago de las ayudas firmadas en el plan.
Ni lo uno, ni lo otro. Y esta deriva de la política energética del Ejecutivo central, a la que ahora se acusa directamente desde la Hullera, es lo que «ha provocado una drástrica reducción tanto de las ayudas como de la demanda del carbón, hasta alcanzar cuotas insostenibles», puntualiza el escrito remitido a la CNMV.
En su crítica, la empresa minera leonesa añade «el silencio de las administraciones públicas ante las distintas propuestas de apoyo» que, aseguran, les vienen formulando.
Esfuerzos que la Hullera fija en las negociaciones mantenidas para «conseguirla reanudación de los suministros de carbón», especialmente con Gas Natural Fenosa y en «convencer a los acreedores estratégicos –instituciones, entidades financieras y operador minero– que el acuerdo convencional, sustentado en un plan de viabilidad realista a la luz de las reservas de carbón existentes en la compañía, ofrecía mayores garantías para la satisfacción de sus intereses en el concurso que las otras que pudiera ofrecer la administración concursal».
Peticiones que, una vez más, cayeron en saco roto y a las que se le añade «la negativa de su principal cliente –Gas Natural Fenosa– a la compra de carbón» y el «rechazo de las entidades financieras a sufragar la financiación que requiere la reactivación productiva». Una negativa que viene motivada por las «incertidumbres del sector».
Situaciones todas que son las que provocan el actual proceso de liquidacíón de la industria minera, cuyo consejo de administración señala la «profunda frustración por no haber superado las rígidas barreras administrativas y financieras que le han sido infranqueables», puntualizan en su comunicación a la CNMV.
«Estábamos en la calle y ahora tenemos una oportunidad». Con esta afirmación el presidente del comité de la Hullera, Julio Gómez, asegura recoger el sentir de los todavía 332 trabajadores que aún mantiene la Hullera ante la actual situación. «Vemos el futuro de otra manera», remarca Julio Gómez, quien explica que con el plan de viabilidad de la empresa solo tenían dos opciones o baja indemnizada o despido objetivo. «Así que cualquier cosa es mejor». indica.
El presidente del comité relata que están la espera «de lo que pueda pasar», pero «vemos una posible salida si se producen nuevas ofertas; lo vemos con más esperanza», insiste.
La situación de las familias durante estos últimos años ha sido «muy dura y con mucha incertidumbre», según sus palabras, por los cuatro años consecutivos con ERE.
«Esperemos que no sea el fin de la minería. Ahora nos va a tocar, como siempre, seguir batallando, pero empieza un nuevo partido. Vamos a pelear», asegura un confiando Julio Gómez, que espeera que aparezcan empresarios que hagan ofertas.